El sueño de tener un nieto se veía frustrado por la tragedia para una pareja británica, que se enteró de la muerte de su único hijo en un accidente de tránsito. Por si fuera poco, el cuerpo fue descubierto dos días después de que perdiera la vida en su motocicleta, a los 26 años. Pero no perdieron la esperanza: todavía en el plazo de 72 horas, pidieron a un urólogo que extrajera una muestra de esperma del cuerpo, con la que luego lograron su anhelado objetivo.
Tras el procedimiento, ilegal para las leyes británicas (que exigen un consentimiento escrito por parte del sujeto), la familia viajó a los Estados Unidos, ya que buscaban asegurarse que el futuro heredero fuera varón. Como la selección de sexo también está prohibida en el Reino Unido, recurrieron a un costoso tratamiento en California.
"Producir un hijo con esperma póstumo es excesivamente raro. Solo lo he hecho unas cinco veces", comentó David Smotrich, uno de los especialistas en tratamientos de fertilidad más reconocidos del mundo. Sin embargo, la mayoría de estos procedimientos son llevados adelante por mujeres que enviudaron y lo habían planificado con su pareja. En declaraciones al Daily Mail, aseguró que no estaba al tanto de la irregular extracción ordenada por los padres.
Según recordó la administradora Diane Batzofin, a cuatro años del procedimiento, los padres llamaron al consultorio asegurando que era para cumplir lo que su hijo hubiese querido.
El médico también indicó que la pareja tenía claro, y fue "muy específica", en cuanto al "tipo y calibre" que buscaban para la donadora del óvulo y el vientre subrogado, ya que buscaron una mujer que se ajustara al tipo de pareja que creían que su hijo hubiese elegido para casarse, tanto en apariencia como en intelecto y educación.
El procedimiento aseguró que el bebé en gestación fuera varón, y el nacimiento se produjo en el año 2015, en suelo estadounidense. Los abuelos fueron nombrados legalmente padres del menor, según informó el portal británico.
No se conoció el nombre del especialista que hizo la polémica extracción, quien podría enfrentar un eventual proceso judicial. También podría ser acusada la empresa que almacenó la muestra congelada y la trasladó a los EEUU.
Por su parte, Smotrich comentó: "No estoy aquí para juzgar quién debe ser padre. En este caso, por lo que me dijeron los padres (del difunto), su hijo absolutamente quería un hijo. Me alegré de ayudar para que una historia trágica termine con un final feliz".
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