Por limpio y transparente que usted vea el aire a su alrededor, al respirar casi siempre inhala millones de partículas sólidas y porciones líquidas microscópicas.
Son los aerosoles, que flotan en el aire sobre los océanos, los desiertos, las montañas, los bosques, los hielos perpetuos y todos los ecosistemas que hay entre unos y otros, dice la NASA.
También hay aerosoles que por su elevada concentración son visibles. Si usted ha visto el humo que emana de un incendio forestal, las cenizas que despide un volcán, las ráfagas de lluvia de un huracán o el polvo arrastrado por el viento, entonces ha visto aerosoles.
Este mapa muestra cómo estaban los aerosoles del planeta el pasado 23 de agosto, en imágenes que satélites de la NASA como Terra, Aqua, Aura y Suomi NPP tomaron desde cientos de millas por encima de la superficie terrestre.
El mapa no es solamente una fotografía ni un collage de fotografías.
A las imágenes de los satélites se sumaron datos de temperatura, humedad, velocidad de los vientos y otros proporcionados por sensores terrestres. Esos datos se procesan en ecuaciones matemáticas que dan un saldo de los procesos físicos que están ocurriendo al nivel de la atmósfera.
La combinación de la foto satelital con los resultados de esas ecuaciones ofrecen la imagen más completa de la situación en una fecha determinada. De la suma de ambas representaciones sale el mapa.
En el de este, correspondiente al 23 de agosto, por ejemplo, se ven sobre el extremo superior izquierdo de América del Norte unas franjas anaranjadas correspondientes a los aerosoles que emanan de los incendios forestales en Estados Unidos y Canadá; el huracán Lane cerca de Hawaii, y el polvo del Sahara, representado con las manchas blancas sobre el norte de Africa.
La mancha roja en el centro de ese continente se debe a la suma de pequeños fuegos, muchos de ellos provocados por agricultores para mantener las tierras de cultivo y pastoreo.
En el extremo derecho se ven los tifones Soulik y Cimarón a punto de azotar Corea del Sur y Japón.
Las zonas con color azul claro muestran altas concentraciones de sal de mar en la atmósfera; las rojas, carbono negro, y las violetas, el polvo.
Algunos de los datos que se añaden al mapa son obtenidos por sensores de los propios satélites. Aqua y Terra, por ejemplo, están equipados con el espectrorradiómetro MODIS, capaz de rastrear la localización y la intensidad de los incendios forestales para medir las densidades de carbono negro en la atmósfera.
La imagen incluye las luces nocturnas de ambos hemisferios, que registra el sistema VIIRS (Visible Infrared Imaging Radiometer Suite), del satélite Suomi NPP.