Descubren un misterioso tipo de neurona que podría hacer especial al cerebro humano

La llamaron rosa mosqueta por sus estructura frondosa. Es una célula cerebral desconocida, con una genética única, una forma específica y muchas conexiones con otras neuronas. No existe en los ratones

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La neurona rosa mosqueta podría abrir
La neurona rosa mosqueta podría abrir la puerta a comprender por qué el cerebro de los seres humanos es diferente del de otros mamíferos. (Tamas Lab/Universidad de Szeged)

Un grupo de neurocientíficos descubrió un nuevo tipo de neurona, a la que llamaron rosa mosqueta por su aspecto "compacto, con muchas ramificaciones", que se asemeja al fruto de la rosa. Se trata de una célula cerebral desconocida, con un patrón genético específico, una forma distintiva y numerosas conexiones con otras neuronas. Con otra particularidad: existe en los humanos pero no se la identificó jamás en ratones.

"Haber hallado un tipo de célula que pertenece exclusivamente a los humanos nos ayuda a comprender las diferencias fisiológicas que subyacen a nuestras mayores capacidades cognitivas", presentó Live Science el descubrimiento. Se espera que pueda servir en la investigación de tratamientos para trastornos vinculados con el cerebro.

El hallazgo de Trygve Bakken, del Instituto Allen de Ciencia del Cerebro, de Seattle, Estados Unidos, y Gábor Tamás, del Departamento de Anatomía, Fisiología y Neurociencia de la Universidad de Szeged, Hungría, se publicó en la revista académica Nature. Los dos equipos habían identificado, de manera independiente, a la neurona rosa mosqueta; cuando supieron que trabajaban en lo mismo, decidieron colaborar.

Recreación digital de la conexión
Recreación digital de la conexión entre una neurona rosa mosqueta (arriba) y una piramidal (abajo). (Tamas Lab/Universidad de Szeged)

"Es muy frondosa", la describió Bakken a Live Science. El aspecto de rosa mosqueta se intensifica por los grandes bulbos en los que terminan los axones de esta neurona, que emiten neurotransmisores o señales químicas a otras. "Hay una cantidad de genes activos en esta célula y no en otras", agregó, sobre la diferenciación.

La investigación en el Instituto Allen documentó la misteriosa novedad en el tejido cerebral de dos hombres muertos. En la Universidad de Szeged, se estudió en tejido extirpado durante cirugías, que se mantuvo vivo a los efectos de estudiar la actividad eléctrica y las formas de las células.

"Una razón por la cual las neuronas rosa mosqueta esquivaron a los neurocientíficos durante tanto tiempo es probablemente porque son escasas en el cerebro", dijo Bakken a la publicación científica. "Otra razón, agregó, es porque el tejido del cerebro humano es difícil de obtener para estudios. De hecho, en este estudio los investigadores examinaron sólo una capa del cerebro; es posible, sin embargo, que las neuronas rosa mosquete se hallen también en otras capas".

Reconstrucción digital de una masa
Reconstrucción digital de una masa de neuronas rosa mosqueta. (Tamas Lab/Universidad de Szeged)

Según el estudio, estas células podrían conformar el 10% de la primera capa del neocórtex o isocórtex, la parte de la corteza cerebral que evolucionó más recientemente, y que participa de funciones como la vista y el oído. También hallaron que se conectan con otras neuronas, llamadas piramidales, que componen las dos terceras partes de la corteza cerebral, según Cell. Aunque se desconoce su función, observaron que las neuronas rosa mosqueta cumplían un papel inhibidor en relación a las piramidales.

Todos los mamíferos tienen una corteza cerebral y un neocórtex, pero el ser humano posee unas 1.000 veces más células que el ratón. Por eso es plausible que la diferencia no sea sólo cuantitativa, sino también en el tipo de células, tal como reveló este descubrimiento.

El hallazgo de un nuevo
El hallazgo de un nuevo tipo de célula cerebral amplía la investigación de neurociencia.

Pero también el hecho de que no tengan neuronas rosa mosqueta alerta sobre la dificultad de extrapolar a las personas las conclusiones de los experimentos en roedores, dijo Bakken. "Los ratones han sido un modelo de organismo maravilloso para comprender en general cómo funcionan los cerebros, y nos pueden ayudar a comprender cómo funciona el cerebro humano. Pero creo que haber encontrado una parte del circuito que no se vio en ratones destaca la necesidad de estudiar tejido humano real", agregó.

Según la revista Science, eso también permite preguntar si estas neuronas son claves para ciertas funciones cerebrales que separan a las personas del resto de los mamíferos. Es decir, si podrían explicar qué hace que el cerebro humano sea tan especial. "Este tipo de célula en particular nunca fue descripta en otra especie", dijo a la publicación otro de los autores, Ed Lein, del Instituto Allen.

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