Un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins realizó el primer transplante de pene y escroto, a un soldado herido en Afganistán. El 26 de marzo, luego de 14 horas en el quirófano, con la intervención de nueve cirujanos y dos urólogos, el paciente, cuyo nombre se ha mantenido en reserva, se despertó "con el sentimiento de estar finalmente más normal, con un nivel de confianza, también en que por fin estoy bien", declaró.
El método, alotrasplante compuesto vascularizado, empleó el pene, el escroto (sin los testículos) y parte de la pared abdominal de un donante fallecido. La novedad supera otra práctica, la reconstrucción del pene con tejido de otras partes del cuerpo, porque en ese caso el paciente necesita de una prótesis, además, para poder tener erecciones. Eso implica un riesgo de infección más alto, entre otros inconvenientes.
"Tenemos confianza en que este trasplante le ayude a este joven a recuperar las funciones urinarias y sexuales casi normalmente", dijo el médico W.P. Andrew Lee, quien además de ensañar en Johns Hopkins es director de la División de Cirugía Plástica y Reparadora. El paciente declaró en una declaración escrita que "es una lesión abrumadora" y "no resulta fácil de aceptar".
El logro llega dos años después de que en 2016 se realizara el primer trasplante de pene en los Estados Unidos, a Thomas Manning, de 64 años, en el Hospital General de Massachusetts. La operación, que también demoró mucho —15 horas— permitió compensar la pérdida del pene, por una extraña forma de cáncer, en 2012.
La novedad supera otra práctica, la reconstrucción del pene con tejido de otras partes del cuerpo.
Para evaluar el éxito de esta nueva intervención es necesario esperar que pase el tiempo para verificar que el paciente no sufra el rechazo del tejido trasplantado, para lo cual toma medicación que controla la actividad del sistema inmunológico.
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