Psicoterapia con realidad virtual: ser otro por un rato para poder cambiar

Sobre las investigaciones de un equipo de informáticos, neurocientíficos y psicólogos de la Universidad de Barcelona, dos profesores lanzaron programas para utilizar este recurso en los tratamientos

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La realidad virtual podría ser un recurso terapéutico, proponen los investigadores catalanes.
La realidad virtual podría ser un recurso terapéutico, proponen los investigadores catalanes.

En la Universidad de Barcelona, un equipo de informáticos, neurocientíficos y psicólogos del Instituto de Investigación Biomédica August Pi i Sunyer (IDIBAPS) han creado el Event-Lab, donde se desarrollan experiencias de realidad virtual (RV) con fines terapéuticos. El programa VRespect.Me, por ejemplo, se utilizó para que condenados por delitos de violencia doméstica comprendieran la experiencia de la víctima. También desarrollan uno llamado VReflect.Me, que permite vivir una sesión de terapia con Sigmund Freud.

Los profesores Mel Slater, informático, y Mavi Sánchez-Vives, neurocientífica, son los directores del proyecto. Slater es "uno de los primeros investigadores que otorgó a los usuarios un cuerpo en un ambiente virtual, y uno de los primeros en hacer que se identificaran con un yo virtual, un concepto conocido como propiedad del cuerpo", explicó The Wall Street Journal (WSJ).

Uno de los programas de realidad virtual desarrollados en Virtual Bodyworks. (melslater.me)
Uno de los programas de realidad virtual desarrollados en Virtual Bodyworks. (melslater.me)

A diferencia de la mayoría de los programas de realidad virtual, que sólo alteran el ambiente (uno se pone el visor RV y se encuentra, por caso, rodeado de dinosaurios), en estos programas el usuario no deja atrás su cuerpo para vivir la experiencia.

"¡Que te calles!", por ejemplo, le grita un hombre a quien lleva el visor RV. "Hablar por teléfono es lo que te gusta, ¿no? ¡Pues eso se va a acabar!", agrega, y lanza un dispositivo al suelo. "El hombre no es real; tampoco la escena de violencia que recrea", explica el sitio de la empresa que co-fundaron Slater y Sánchez-Vives, Virtual Bodyworks. "Se trata de una reproducción en realidad virtual de una situación de violencia machista. Él que amenaza es un avatar y, en el cuerpo de la víctima" está el que alguna vez ocupó el otro lugar.

Según los investigadores y desarrolladores, "los sujetos violentos adolecen de un marcado déficit de reconocimiento emocional", algo que puede mejorar la experiencia virtual. "En comparación con un grupo de control de 188 agresores, los 191 que participaron del escenario se manifestaron menos proclives a volver a cometer actos de violencia", explicó WSJ.

El programa de Mel Slater y Mavi Sánchez-Vives se utilizó contra la violencia doméstica. (iStock)
El programa de Mel Slater y Mavi Sánchez-Vives se utilizó contra la violencia doméstica. (iStock)

Dado que crear la presencia, como se denomina en RV la sensación de que una persona está de verdad en una realidad alternativa, es algo muy caro y puede resultar paradójico (los usuarios se distraen ante la menor falla de la simulación) Slater aceptó un efecto visual chato, casi de comic, que por tener verosimilitud narrativa permite que la mente se adentre y complete los detalles.

Para que vean su cuerpo virtual a la vez que experimentan sus movimientos, los usuarios tienen sensores y manejan dispositivos de mano que registran los movimientos del cuerpo y lo transmiten al sistema que genera el mundo virtual. Al tocar algo en la simulación, vibran sensores en el cuerpo para que se pueda sentir los objetos virtuales.

Las pantallas muestran la interacción de VReflect.Me, con Sigmund Freud. (melslater.me)
Las pantallas muestran la interacción de VReflect.Me, con Sigmund Freud. (melslater.me)

"En un contexto terapéutico, el objetivo de la propiedad del cuerpo es contribuir a que la gente comprenda qué se siente ser otro", según WSJ. Slater y sus colegas crearon otras aplicaciones: "Una simulación en la cual un oficial de policía toma el lugar de un manifestante que se enfrenta con la policía anti-disturbios. En otro escenario, una persona que no es negra puede ocupar el cuerpo de alguien que lo es".

Los estudios de Sánchez-Vives demostraron que "personificar a otra persona en RV puede conducir a un cambio en la actitud y la conducta", reseñó Elizabeth Bernstein, autora de la nota. De ahí que los productos de Virtual Bodyworks —de la que también es creador el ingeniero Bernhard Spanlang— "se concentrarán en la rehabilitación social, médica y psicológica". Todos son y serán compatibles con los visores Oculus Rift y Vive.

"Virtual Bodyworks se propone diseñar a medida aplicaciones para diferentes conflictos psicológicos", siguió Bernstein. Una persona tímida, por ejemplo, podría asistir a un cóctel virtual o practicar un discurso ante una multitud virtual. "Cuando los investigadores preguntaron a los estudiantes con quién les gustaría compartir sus problemas, la respuesta mayoritaria fue con Freud; le siguieron Angelina Jolie y Nelson Mandela", reseñó WSJ: así surgió VReflect.Me, que permite que los usuarios se conviertan en sus propios terapeutas hablándole al cuerpo de Freud.

En las simulaciones de Virtual Bodyworks una persona tambén se ve a sí misma. (IiStock)
En las simulaciones de Virtual Bodyworks una persona tambén se ve a sí misma. (IiStock)

En esa simulación, una persona describiría un problema personal al creador del psicoanálisis y luego lo personifica para escucharse a sí misma, mediante un avatar, contar el problema. La idea de los científicos es que los psicólogos y los terapeutas puedan guiar a un paciente en estos escenarios como complemento de la psicoterapia tradicional.

Sanchez-Vives explicó qué sucede en el plano neurológico cuando una persona habla con otra, sea un Freud virtual o una víctima de violencia: como hay áreas del cerebro que se activan específicamente cuando una persona se piensa en oposición a otros, "convertirse en alguien diferente en RV puede darnos acceso a diferentes recursos del cerebro y, en consecuencia, a diferentes ideas sobre cómo resolver un problema".

"Uno siempre es mejor aconsejando a un amigo que a sí mismo", agregó Slater. "Y cuando uno se ve a sí mismo sentado, se convierte en un amigo". Sánchez-Vives describió el enfoque como una perspectiva distinta, en la  uno se distancia de las emociones propias y de sí mismo.

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