Los jardines verticales son una alternativa a la pérdida de zonas verdes en las ciudades. Tres de los más grandes del mundo están en la región latinoamericana. La cobertura vegetal reduce la temperatura, produce oxígeno y compensa las emisiones de gases efecto invernadero de los coches, colectivos e industrias en las grandes metrópolis.
Santalaia: el más grande del mundo, en Colombia
El desafío de los arquitectos era construir un edificio residencial de alta gama recubierto de plantas casi por completo. La construcción y el diseño de Santalaia, en Bogotá, Colombia, duró casi dos años.
Todo comenzó en 2013, cuando los arquitectos de Exacta Proyecto Total contactaron con una empresa de diseño de jardines verticales, Groncol, y con la empresa española Paisajismo Urbano para construir un muro verde muy ambicioso. Tarea nada fácil, pues este tipo de proyectos requieren de conocimientos específicos como botánica, ingeniería, hidroponía. Como se pretende emular la capacidad natural de las plantas, no sólo consiste en poner tierra y vegetación en cualquier parte.
El resultado final estuvo listo en 2015: un enorme muro verde de nueve pisos y dos subsuelos, con una altura total de 3117 metros cuadrados, y recubierto por alrededor de 100.000 plantas.
Para mantener la irrigación se construyeron 42 sectores de riego, abastecidos por el agua de las duchas de los apartamentos. El sistema regula automáticamente la cantidad de agua según la humedad y el nivel de radiación solar. Además, la instalación incorpora una planta de tratamiento de agua que recicla el sobrante del riego, el agua de lluvia y las aguas grises del edificio.
La cobertura vegetal también reduce el efecto del calor dentro de las viviendas. Además, el muro verde es capaz de producir el oxígeno necesario anual de 3000 personas, compensa la huella de carbono de 700 ciudadanos, y las emisiones de unos 745 coches, en una ciudad en la que el 80% de la población vive en déficit de áreas verdes, según avisó Greenpeace a finales de 2020.
El Jardín de Sor Juana, en CDMX
En la Ciudad de México el tránsito y el ruido dan descanso en el oasis verde de la Universidad del Claustro de Sor Juana. El gran muro verde se inauguró en 2012, construido por iniciativa de Garnier, la Secretaría de Medio Ambiente, y llevada a la realidad por la compañía Verde Vertical.
El muro tiene 280 metros cuadrados de áreas verdes. Más de 6000 plantas de 40 especies diferentes colman las paredes. Se estima que este jardín producirá el oxígeno necesario para 285 personas, reducirá la contaminación sonora y filtra 200.000 toneladas de gases nocivos de CO2.
Celebra Uruguay
En agosto de 2014 se concluyó la construcción del jardín vertical más grande de Uruguay. Mide casi 300 metros cuadrados, donde hay 6000 plantas, en su mayoría endémicas, de 35 especies y 10 familias distintas.
El Edificio Celebra se ubica en el parque de negocios de Zonamérica, en Montevideo, y se considera como el complejo arquitectónico más ecológico del país.
Según se estima, la zona verde produce oxígeno para al menos 300 personas, capta 59 kg de polvo, filtra 201 toneladas de gases nocivos al año, atrapa 81 kg de metales pesados al año.
Alternativa ciudadana ante la pérdida de zonas verdes
Jardines verticales como estos, la conservación y la puesta en marcha de nuevos parques son algunas de las soluciones a la pérdida de áreas verdes en las grandes ciudades.
Un asunto importante, advierte Greenpeace, pues estas áreas ayudan a reducir la temperatura y a regular el clima en las ciudades. Durante los últimos 40 años la temperatura promedio de las ciudades aumentó alrededor de tres grados. Estas concentraciones urbanas son también responsables del 70% de las emisiones de carbono del mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las ciudades dispongan, como mínimo, un área verde de entre 10 m2 a 15 m2 por habitante, según la densidad de población. Sin embargo, muchas de las ciudades latinoamericanas se encuentran por debajo de este número ideal. Esto se debe a que la región se encuentra más urbanizada que ciertas partes del mundo desarrollado y se espera que el porcentaje de personas que habita en ciudades crezca hasta el 86% en la próxima década.
El Índice de Ciudades Verdes de América Latina, un estudio de la Economist Intelligence Unit (EIU), busca medir y evaluar el desempeño ambiental de 17 ciudades principales de Latinoamérica de acuerdo a algunos criterios como energía y CO2, uso de la tierra y edificios, transporte, desechos, agua, saneamiento público, calidad del aire y gobernanza medioambiental.
El estudio encontró que las ciudades con índices verdes promedio son: Medellín (Colombia), Ciudad de México, Monterrey (México), Porto Alegre (Brasil), Puebla (México), Quito (Ecuador) y Santiago (Chile). Las que tienen un desempeño mejor en materia ambiental son: Belo Horizonte, Bogotá, Brasilia, Río de Janeiro y San Pablo. Curitiba es la ciudad líder regional.
Buenos Aires y Montevideo se encuentran por debajo del promedio. Lima y Guadalajara son las ciudades con los peores resultados, según este informe.
SEGUIR LEYENDO: