Los combustibles fósiles son el gran enemigo del ambiente por la cantidad de gases de efecto invernadero que envían a la atmósfera, y reducir estas emisiones es fundamental para evitar el aumento de temperatura de la Tierra. Siguiendo esta línea, la empresa Sailcargo Inc. se propuso demostrar que es posible navegar sin emisiones y que la mercadería que se comercializa vía marítima puede tener un envío limpio.
Para 2022, los activistas afirman que ya podrá zarpar su buque insignia Ceiba, el primero de una flota, que se impulsará con el viento y tendrá energía eléctrica 100% renovable. Su construcción está en marcha y se está haciendo con madera sustentable. El proyecto está radicado en Costa Rica, en Puntarenas, y su fundadora es la canadiense Danielle Doggett.
“La eliminación de los combustibles fósiles del sector marítimo se puede lograr mediante el uso de tecnología avanzada; también es accesible mediante el empleo de métodos sencillos y tangibles. Nuestra táctica de combinar tecnologías limpias innovadoras con sistemas elementales que están fácilmente disponibles con un capital mínimo, da como resultado soluciones para una variedad de necesidades, desde el apoyo a comunidades costeras vulnerables hasta el movimiento de productos básicos a escala global”, señalan desde Sailcargo.
Ceiba es un buque de vela de 45 metros cuadrados. En la empresa trabajan carpinteros, ingenieros y marineros. “Cuando esté operativo en 2022, será el buque de carga oceánico limpio, activo y más grande del mundo. Ceiba elevará el movimiento de carga de vela existente a un nuevo nivel al tiempo que llamará la atención sobre las prácticas nocivas y contaminantes de la industria naviera mundial”, afirman.
Los activistas creen que este modelo inspirará un cambio tanto para gobernantes como para la industria en general y, además, esperan que los consumidores se replanteen el camino de sus mercancías que vienen en barco: “¿De dónde provienen mis bienes y posesiones, y cuál es la huella de carbono asociada con ellos?”.
Este barco será el primero de la línea Ceiba y tendrá:
- Carga marítima sin emisiones: será impulsado principalmente por energía eólica y contará con un motor eléctrico auxiliar para maniobrar en puertos y vientos bajos. Las baterías pueden cargarse mediante paneles solares o regenerando energía utilizando las hélices durante la navegación.
Los tres mástiles de Ceiba proporcionarán un área de vela suficiente para moverse con vientos muy ligeros y, al mismo tiempo, permitirán flexibilidad y maniobrabilidad para los cambios de vela durante el mal tiempo. Un área de vela más baja ayudará a estabilizar la embarcación haciéndola más segura y más fácil de maniobrar. Su diseño está inspirado en la goleta comercial Ingrid de las islas Åland de Finlandia.
El buque mezclará la construcción tradicional con la nueva tecnología:
- Autonomía 100% energética renovable: en un futuro, la flota podrá tener motores auxiliares alimentados por baterías eléctricas, pilas de combustible de hidrógeno o biocombustible de algas. El primero utilizará baterías eléctricas. Usará las hélices duales como turbinas submarinas y será capaz de regenerar energía cuando navegue a vela.
- Tecnología de vela solar flexible: desde la empresa buscan asociarse a alguna otra que innove sobre tecnología fotovoltaica para probar velas hechas de tejido solar
- Contará con dos escotillas de carga para acceder a las bodegas, que se pueden utilizar simultáneamente. Esto aumenta la flexibilidad y las opciones de almacenamiento al cargar y descargar.
- Se irá adaptando a medida que el clima y la tecnología cambien.
Sailcargo Inc. nació en 2016 y, mediante la construcción naval de madera sostenible, apoya tanto la educación y la capacitación en la comunidad costera de Punta Morales, como los programas anuales de plantación de árboles.
Otro de sus objetivos es poder replicar su “Astillero Verde” en la Cuenca del Caribe y ayudar a comunidades vulnerables con este trabajo sustentable y un salario digno. Además, ofrece oportunidades de inversión verde para empresarios que quieran apostar por esta industria sustentable en su línea Ceiba y proyectos venideros.
Desde Sailcargo afirman que los problemas actuales del transporte marítimo son que, al operar fuera de las aguas territoriales, “tienen un impacto destructivo para el planeta” por las extracciones de mineral de hierro, los salarios de pobreza, los derrames de petróleo y hasta el abandono de los barcos del primer mundo en las playas del tercer mundo. Por eso, aseguran que su proyecto “consiste en proporcionar un servicio de envío libre de emisiones, que pague salarios justos y se construya con materiales regenerativos”.
Luego de lanzar su buque insignia planean expandir la flota con diseños más grandes que proporcionen soluciones a medida y generen un cambio en la política global.
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