Hasta el 27% del territorio cubano enfrentará apagones simultáneos este jueves durante el horario de mayor demanda energética, conocido como el horario de tarde-noche, según informó la estatal Unión Eléctrica (UNE) en su parte diario.
En días anteriores, las tasas han variado desde un 10% el día 31 de diciembre hasta el 38% del martes.
La UNE, que opera bajo el Ministerio de Energía y Minas, estimó una capacidad máxima de generación eléctrica de 2.200 megavatios (MW), frente a una demanda que alcanzará los 2.900 MW en las horas pico. Este desbalance producirá un déficit de 350 MW, mientras que las afectaciones llegarán a los 770 MW, lo que implicará la desconexión de circuitos eléctricos en amplias zonas del país.
La empresa estatal detalló que ocho de las 20 unidades de generación termoeléctrica distribuidas en siete centrales están fuera de servicio debido a averías o trabajos de mantenimiento. Este contexto agrava la crisis energética de Cuba, marcada por la obsolescencia de sus centrales termoeléctricas, muchas con décadas de explotación, y la falta de inversiones para modernizarlas.
Desde finales de agosto de 2024, los cortes prolongados de electricidad se han intensificado. Además, el país ha registrado tres apagones totales del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) en los últimos meses, lo que refleja la fragilidad de su infraestructura eléctrica.
Cuba enfrenta un déficit crónico de combustible, agravado por la escasez de divisas necesarias para importarlo. Según Jorge Piñón, analista cubano del Instituto de Energía de la Universidad de Texas en Austin, el país tiene un déficit diario de aproximadamente 80.000 barriles de combustibles líquidos, indispensables para el funcionamiento del sistema eléctrico. Este análisis se basa en datos oficiales de 2022.
Piñón indicó que la demanda de combustibles líquidos disminuyó en 2024 en unos 20.000 barriles diarios gracias a los envíos internacionales de Venezuela y México, aunque estos son insuficientes para satisfacer las necesidades energéticas de la isla.
Los frecuentes apagones han impactado gravemente la economía cubana, que registró una contracción del 1,9% en 2023 y continúa por debajo de los niveles de 2019. Para 2025, el régimen cubano anticipa que no habrá crecimiento económico.
Además de las consecuencias económicas, los cortes de energía han intensificado el descontento social en la isla, que se ha manifestado en una migración masiva en los últimos años y en protestas inusuales desde 2021.
(Con información de EFE)