El empresariado uruguayo mira con preocupación la devaluación de Brasil por el efecto que puede tener en su economía. El sector industrial está atento por el perjuicio que tendrían los empresarios que venden o compiten con Brasil en la venta de vehículos, lácteos y plástico, al tiempo que los comercios de la frontera piden medidas al gobierno para paliar la diferencia de precios. Pero el Poder Ejecutivo uruguayo las descartó, con el argumento de que se trata de una situación coyuntural.
La diferencia de precios entre los dos países quedó reflejada en el Indicador de Precios Fronterizos, que realiza la Universidad Católica del Uruguay, que muestra que Brasil es un 71% más barato. El análisis toma como referencia a la ciudad uruguaya Artigas y a la brasileña Quaraí.
Entre las medidas que el comercio de la frontera entregó al gobierno está la eliminación del IVA para la canasta básica, un mayor descuento del Impuesto Específico Interno (Imesi) en los combustibles y facilidades en las micro importaciones (que permite facilidades a los comerciantes para comprar mercadería del otro lado de la frontera y revender en el país).
Los legisladores representantes de los departamentos fronterizos también habían solicitado al gobierno algunas medidas de apoyo para el comercio de esas zonas.
Sin embargo, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) informó que decidió no implementar la devolución del IVA para las compras en los departamentos de la frontera con Argentina y Brasil, según consignó este lunes El Observador.
El gobierno tiene los mecanismos legales para hacerlo, ya que un artículo de la Rendición de Cuentas estableció que es posible establecer un régimen de exoneración impositivas en las zonas fronterizas, con el objetivo de mitigar el impacto de la diferencia de precios con los vecinos.
El MEF informó que no se tomaría ninguna medida paliativa en la respuesta a un pedido de informes del diputado colorado por Rivera, Marne Osorio. En el documento, el ministerio aseguró que ese artículo no fue reglamentado porque si bien “comparte la existencia de un problema de precios en la zona fronteriza que afecta a los comercios y a las personas allí radicadas, no se ha concluido que la puesta en marcha del mecanismo sea efectivo en el tratamiento del problema detectado”.
La “cuantía de la diferencia de precios en ciertos niveles es coyuntural”, señaló el MEF, al argumentar por qué no tomaba medidas. Agregó que esa brecha está “fuertemente ligada a las políticas económicas y a las diferencias cambiarias de los países vecinos”.
Otro motivo que hizo que el gobierno uruguayo rechazara la medida tiene que ver con el costo fiscal que tendría que asumir el estado uruguayo. En el pedido de informes, el MEF argumentó que la devolución del IVA “implicaría una renuncia fiscal muy importante, que podría no lograr el objetivo perseguido”.
El MEF explicó que si se optaba por la devolución total del IVA, como máximo podría haber alcanzado un 18,03% para los bienes gravados con la tasa básica (22%) y un 9,09% para los gravados con la tasa mínima (10%). Para las autoridades del equipo económico, el objetivo de mitigar los impactos negativos de la brecha de precios con los países vecinos podría no resultar efectivo en la medida que la diferencias en la frontera sean mayores a estos porcentajes. Esto haría que una rebaja no haga cambiar los “hábitos de los consumidores”.
El MEF agregó que la devolución del IVA podría ser una medida que generaría “inequidad” con el resto de la población, que “no podría acceder a esa reducción de precios”.
Si se toma en cuenta el cierre de 2023 y se lo compara con el cierre esperado del 2024, la caída de los precios en Brasil habría sido del 17,4%, dado que hubo una inflación del 4,9% y un aumento del dólar del 27%. En Uruguay, en tanto, la caída de los precios medida en la divisa estadounidense fue bastante menor: del 7%. Este porcentaje está explicado por un Índice de Precios del Consumo de un 5% y un aumento de la cotización del dólar del 13%. En conclusión, hay para Uruguay un encarecimiento relativo respecto a Brasil de aproximadamente un 10%, según un análisis de la consultora Equipos.