Ecuador cerró el 2024 con 6.818 homicidios, lo que representa una disminución del 18 % en comparación con 2023, según datos de la Policía Nacional publicados por Ecuavisa. A pesar de este descenso, el país enfrentó su segundo año más violento en la historia. Tras la fuga de alias Fito, líder de los Choneros, en enero de este año, el país enfrentó ataques terroristas que llevaron a la declaración del conflicto armado interno, una figura que aún está vigente.
El año estuvo marcado por múltiples hechos de violencia que incluyeron masacres en cárceles, asesinatos múltiples e incautaciones de drogas. A esto se suman secuestros, extorsiones e incluso las denuncias por desapariciones forzosas y ejecuciones extrajudiciales. En el 2024, el gobierno implementó ocho estados de excepción para el despliegue de las fuerzas de seguridad en las jurisdicciones más violentas.
Durante el 2024 también se registró la confiscación de 277 toneladas de cocaína, 70 más que en 2023. Esto evidencia nuevamente el rol de Ecuador como punto clave en el tráfico internacional de drogas.
Uno de los momentos de violencia que tuvo relevancia global ocurrió el 9 de enero, cuando un grupo armado asaltó el canal TC Televisión y tomó como rehenes a periodistas y trabajadores del medio. La toma violenta fue transmitida en directo. La intervención de la Policía Nacional resultó en la captura de 13 miembros del grupo delictivo Los Tiguerones. Ese mismo día, el presidente Daniel Noboa declaró el conflicto armado interno contra 22 organizaciones criminales a las que calificó como terroristas y objetivos militares. Además, anunció la creación del Bloque de Seguridad, una estrategia para centralizar las acciones contra el crimen organizado.
La militarización del sistema penitenciario fue otra medida que fue implementada durante el 2024. En enero, tras un operativo, se liberó a 178 guías retenidos como rehenes en siete cárceles. A pesar de la militarización, en noviembre se registró una masacre en la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más violenta del país. Entonces, 17 reos fueron asesinados y otros 15 resultaron heridos.
En la cárcel de máxima seguridad La Roca, en septiembre, se frustró un ataque con explosivos mediante el uso de un dron.
Con las Fuerzas Armadas a cargo de las prisiones también iniciaron las denuncias por tortura y otros tipos de abuso. Estas fueron incluso reportadas por la sociedad civil ante el comité contra la Tortura de la ONU.
Varias masacres se reportaron este año. También hubo detenciones y operativos en narcofiestas, que develaron el lujo y la impunidad con la que actúan los líderes del crimen organizado en Ecuador.
La Policía también emprendió operativos apoyada por sus homólogos en otros países. Estas acciones revelaron cómo las redes transnacionales criminales operan en Ecuador. En noviembre, por ejemplo, un operativo expuso una red de lavado de activos vinculada al narcotráfico que incluye a un ciudadano serbio previamente condenado por tráfico de drogas y que vivía en una zona exclusiva cerca de Guayaquil.
La búsqueda de alias Fito
Adolfo Macías Villamar, alias Fito, fugó de la cárcel regional de Guayaquil en enero de 2024. Su evasión resultó en sendos ataques terroristas. Alias Fito, que comanda a Los Choneros, aún no ha sido recapturado por las autoridades.
En octubre, el comandante general de la Policía, Víctor Zárate, anunció que la investigación para rastrear la ubicación del capo avanza en un 45%. Zárate explicó que, ante la falta de alias Fito, el hermano de este habría asumido el rol dentro de la banda: “Cuando son detenidos los cabecillas también se van reformulando (las organizaciones criminales) y tienen sus relevos naturales. Hoy se hablaría de que el hermano (de ‘alias Fito’) está liderando”.
En julio, la Policía contaba con dos hipótesis sobre el capo. Una de las teorías indica que alias Fito se camufló entre los miles de migrantes que diariamente cruzan por la Selva del Darien. Esto con el propósito de llegar a México: “Esto coincidiría con sospechas pasadas que mencionaban que estaba en México, pues los Choneros son un grupo aliado al cartel de narcotráfico de Sinaloa”, explicó La Hora.
La segunda hipótesis, en cambio, sostiene que alias Fito aún se encuentra en el país y se mueve por la Costa ecuatoriana. La Hora señala que según sus fuentes policiales, esta teoría tiene asidero pues el narco ya se fugó de la cárcel en el 2013 y fue recapturado en Manabí: “Para ese entonces, no era el líder de los Choneros, pero ya era un hombre importante para la organización. De hecho, es el único fundador vivo que queda”, publicó el diario.