Mientras Cuba enfrenta una grave crisis humanitaria con hospitales desabastecidos y escasez de medicamentos, documentos filtrados muestran que empresas controladas por los militares cubanos ocultan miles de millones de dólares.
Según registros obtenidos por la periodista Nora Gámez Torres, del Miami Herald, Gaviota, una de las empresas turísticas del conglomerado militar GAESA, tiene 4.300 millones de dólares en sus cuentas bancarias, casi 13 veces más que los 339 millones de dólares que el régimen estima necesitar para abastecer las farmacias del país cada año.
El sistema de salud cubano carece del 70% de los medicamentos esenciales, según reconoció recientemente el primer ministro. En paralelo, la economía nacional atraviesa su peor momento desde la crisis de los años 90 tras el colapso de la Unión Soviética.
A pesar de la emergencia, GAESA continúa invirtiendo en la construcción de hoteles y mantiene sus recursos financieros separados de las arcas públicas, agravando la crisis y la deuda nacional.
Una filtración sin precedentes
Los registros filtrados por el medio citado ofrecen una rara visión de las operaciones financieras de GAESA, grupo que incluye empresas en sectores como turismo, telecomunicaciones y remesas. Estos datos desafían las afirmaciones de la dictadura cubana, que responsabiliza a las sanciones estadounidenses por la crisis humanitaria.
El dictador Miguel Díaz-Canel reiteró este mes en una reunión del Partido Comunista que el embargo estadounidense es el principal responsable de la crisis. Sin embargo, expertos como Pavel Vidal, economista cubano radicado en Colombia, señalan décadas de mala gestión económica, un sistema centralizado obsoleto y fallidas políticas monetarias como factores clave.
Vidal subraya que las prioridades de GAESA, como la inversión masiva en hoteles, contradicen la narrativa oficial. Para el experto, gastar enormes cantidades en construir hoteles mientras el resto de la economía “se desmorona” socava la premisa de que Cuba funciona bajo una economía de planificación centralizada y “es una evidencia de que durante mucho tiempo ha habido dos gobiernos paralelos”.
Disparidades financieras
En julio de este año, un balance financiero reveló que Gaviota, que gestiona 115 hoteles, tenía activos líquidos por 4.300 millones de dólares. Esa cifra contrasta con los datos del régimen, que aseguró necesitar solo 129 millones de dólares anuales para suministros médicos y 250 millones para mantener la red eléctrica del país.
Además, Almest, otra empresa de GAESA dedicada a inversiones hoteleras, recibió 668 millones de pesos del presupuesto estatal en 2023, junto con otros 4.700 millones de pesos en inversiones públicas.
A pesar de ello, solo reportó dos millones de pesos en impuestos, lo que pone en duda los beneficios económicos que el turismo debería aportar a la población.
La estrategia hotelera
Las sanciones impuestas por Estados Unidos en los últimos años han limitado las fuentes de ingreso del régimen cubano, afectando remesas y turismo. Sin embargo, entre 2021 y 2023, el 36% de las inversiones gubernamentales se destinaron a la construcción de hoteles, mientras que solo el 2,9% se dirigió a la agricultura y el 1,9% a programas de salud.
Emilio Morales, consultor económico en Miami, estima que las inversiones en hoteles desde 2008 podrían ascender a 24.000 millones de dólares.
Esta política de expansión se mantuvo incluso cuando la pandemia redujo drásticamente la llegada de turistas. En 2023, los ingresos por turismo cayeron un 62% respecto a 2019, y la mayoría de las habitaciones hoteleras permanecieron vacías.
Un control militar amplio y opaco
Desde 2008, GAESA ha consolidado su control sobre los sectores más lucrativos de la economía cubana, incluyendo telecomunicaciones, comercio minorista y logística, según ha denunciado en reiteradas oportunidades Cuba Siglo XXI.
Además, el conglomerado maneja divisas a través del Banco Financiero Internacional, donde se concentran remesas y salarios de misiones médicas.
El análisis de los documentos filtrados refuerza las críticas hacia la falta de transparencia y el uso de recursos públicos por parte de los militares, mientras la población enfrenta necesidades urgentes.
La continua construcción de hoteles y la acumulación de capitales en medio de la crisis ilustran el distanciamiento entre las prioridades de GAESA y las del resto del país.
El Herald también informó sobre documentos secretos que muestran que GAESA obtiene remesas del extranjero a través de sus empresas, Fincimex y Orbit.
El resultado es una economía paralela, dijo Morales, que opera sin supervisión y está bajo el control de unas pocas personas que se benefician de recursos que se supone pertenecen “al pueblo”.
“Lo más significativo aquí es la transformación del sistema de gobierno en Cuba, que pasó de ser un país socialista o comunista (si es que alguna vez lo fue) a convertirse en una mafia. Ellos tienen el dinero y el gobierno tiene que tocar a su puerta para pedirlo”, concluyó Morales.