Menos demanda en la frontera, más contrabando e impacto en turistas: efectos de la devaluación del real en Uruguay

El abaratamiento de los precios en dólares de Brasil deteriora aún más una situación ya desfavorable. Los impactos serán compensados, en parte, por el encarecimiento de Argentina

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La Plaza Internacional que divide
La Plaza Internacional que divide la frontera entre Brasil y Uruguay en Rivera (EFE/Raúl Martínez)

El dólar se fortaleció en Brasil mucho más que en casi cualquier otro lugar del mundo y eso tiene un impacto directo en sus vecinos. En Uruguay, la devaluación del real ya viene teniendo un efecto claro en su frontera: a los uruguayos les conviene cruzar a las ciudades vecinas para aprovechar de un país un 71% más barato. Esto tiene una consecuencia en los comerciantes de las localidades fronterizas, que ya le piden medidas al gobierno para paliar estas diferencias.

La menor demanda en los comercios del lado uruguayo de la frontera seca es uno de los efectos que tiene la devaluación de Brasil, a los que se le suma un mayor contrabando, una menor afluencia de turistas argentinos y brasileños, y una mayor salida de visitantes hacia el país vecino, según concluye un informe de la consultora Equipos publicado este lunes por el diario uruguayo El País.

El informe –realizado por el director de Consultoría Económica, Alejandro Cavallo– señala que el real en Brasil comenzó el año cotizando a 4,85 por dólar, para aumentar durante el 2024 y llegar a casi 6,30 hace un par de semanas, lo que representa un aumento nominal del 30%.

Es una suba superior a la que han tenido otros países de la región, en un contexto de un fortalecimiento general de la divisa estadounidense. Pero en el caso de Brasil, hay factores domésticos que impulsan aún más el alza de la cotización.

El real en Brasil comenzó
El real en Brasil comenzó el año cotizando a 4,85 por dólar, para aumentar durante el 2024 y llegar a casi 6,30 hace un par de semanas, lo que representa un aumento nominal del 30% (REUTERS/Ricardo Moraes/Archivo)

La depreciación del real también está explicada por el deterioro de la situación fiscal en Brasil. Aunque ya presentaba un déficit “relativamente elevado” –según la consultora–, en 2023 y 2024 se produjo un aumento sustancial del gasto, que llevó su situación fiscal “a niveles claramente insostenibles”. El año cerrará con un déficit por encima del 9% del PIB.

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Hay también un menor dinamismo de la economía mundial y una debilidad en los precios de los commodities que Brasil exporta, algo que repercute sobre las expectativas de desaceleración para la actividad de 2025. Las dudas sobre la sostenibilidad fiscal se mantendrán durante el próximo año –proyecta este trabajo–, al menos mientras no se vislumbre que el gobierno implementará un plan de ajuste “significativo, creíble y consistente que haga converger el déficit a niveles sostenibles”.

¿Cuál es el efecto en Uruguay?

Si se toma en cuenta el cierre de 2023 y se lo compara con el cierre esperado del 2024, la caída de los precios en Brasil habría sido del 17,4%, dado que hubo una inflación del 4,9% y un aumento del dólar del 27%. En Uruguay, en tanto, la caída de los precios medida en la divisa estadounidense fue bastante menor: del 7%. Este porcentaje está explicado por un Índice de Precios del Consumo de un 5% y un aumento de la cotización del dólar del 13%.

En conclusión, hay para Uruguay un encarecimiento relativo respecto a Brasil de aproximadamente un 10%. “Esto se suma a la competitividad histórica con nuestro vecino, la menor en más de dos décadas”, agrega el análisis de Equipos.

El ajuste de precios en Brasil se combina con el encarecimiento de Argentina, que tiene también algunos efectos positivos –como el repunte del comercio en el litoral, que el año pasado se quejó de los viajes masivos de uruguayos hacia ese país, o la mayor llegada de turistas–.

El encarecimiento de Argentina provoca
El encarecimiento de Argentina provoca que no existan más las kilométricas filas para cruzar de un país al otro (Crédito: Policía Caminera de Uruguay)

“Por el contrario, los efectos negativos más evidentes serán menor demanda para nuestros comercios de la frontera seca, mayor contrabando desde Brasil, menor afluencia (a la esperada hace unos meses) de turistas argentinos del segmento medio a nuestras costas, menor afluencia de turistas brasileños y en general y mayor turismo emisivo a Brasil (menor turismo interno)”, concluye el análisis de Cavallo.

En cuanto a los bienes, las economías que venden a Argentina saldrán favorecidas (principalmente, las que comercializan productos químicos, farmacéuticos y autopartes), al tiempo que las más desfavorecidas serán las que venden o compiten con la producción con Brasil en venta de vehículos, lácteos y plástico.

Estos impactos, sin embargo, serán compensados “en parte”, por el encarecimiento de Argentina.

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