El ex presidente José Mujica fue dado de alta este domingo en Montevideo, tras haber sido intervenido el viernes para colocarle un stent. Este proceso es una de las consecuencias del cáncer de esófago que afectó al ex mandatario en los últimos meses, cuya recuperación consistió en varias sesiones de radioterapia que le provocaron dificultades para alimentarse.
Mujica fue tratado en el sanatorio Casmu de de la capital y, tras la operación realizada en horas de la tarde del viernes, pasó la noche con “algunas molestias”, según declaró a medios locales su médica personal, Raquel Pannone. La operación fue exitosa y su estado durante las horas posteriores estuvo “dentro de lo previsto”, de acuerdo a la profesional.
El domingo por la tarde, en tanto, Mujica fue dado de alta para seguir siendo atendido en su chacra en Rincón del Cerro, en las afueras de Montevideo. Tras su salida del sanatorio, Pannone aseguró que el paciente comenzó a recibir alimento.
“Está mucho más cómodo en su casa que internado en el sanatorio. Dado que la evolución es buena y él está estable desde el punto de vista general, con sus valores estables, lo mandamos a domicilio”, dijo en una rueda de prensa.
“Las primeras horas estaba con más molestias; ahora prácticamente no tiene, son mínimas. Por eso es que le permitimos irse a domicilio”, agregó. “Capaz que en una semana o 15 días está nuevamente en actividad”, señaló.
La colocación del stent en el esófago fue catalogada como exitosa. Se trata de un dispositivo metálico que se adhiere a las paredes del órgano y permite una mayor apertura para la ingesta correcta de los alimentos.
El procedimiento –según explica El Observador– fue necesario porque Mujica sufre una fibrosis, producto del tumor de esófago que se le detectó a finales de abril y por el que fue sometido a más de 30 sesiones de radioterapia.
La colocación del stent le permite a Mujica seguir alimentándose vía oral, aunque esto no sustituye la sonda gástrica que le fue colocada hace algunos meses para poder asegurarle el aporte nutricional suficiente.
Antes de internarse en el Casmu para esta operación, Mujica se encontró con el presidente electo de Uruguay, Yamandú Orsi. El líder de la izquierda fue el principal impulsor de la carrera política de quien el 1° de marzo recibirá la banda presidencial.
En declaraciones a la prensa el viernes, Orsi destacó el éxito de la operación. Contó que al encontrarse con él lo encontró “como siempre”. “Es increíble la fortaleza de ese hombre. Es única. Y las lecciones que nos da de humanidad y, a su vez, de no bajar los brazos nunca, en lo que sea. Yo me vine sorprendido porque pensé encontrarme a alguien bajoneado y, en realidad, hablamos de temas de gobierno y de la vida. Como siempre”, dijo el presidente electo en una rueda de prensa.
Los problemas de salud que tiene Mujica limitaron su participación en la campaña presidencial que llevó a Orsi a la Presidencia, aunque no le faltó protagonismo. Con entrevistas en su casa o su presencia en unos pocos actos marcó la agenda política.
En una de las entrevistas previas a las elecciones de octubre, Mujica contó que se encontraba “bastante mejor” de salud pero que se seguía alimentando con un caño. “Los médicos que me trataron la dolencia en el esófago me dijeron: ‘Esto lo liquidamos’. Y tenían razón, pero me quedó un agujero que se tiene que rellenar y eso lleva mucho tiempo. Me siento bien, cada día me siento un poquito mejor. Muy lentamente”, dijo Mujica.
El líder de la izquierda uruguaya destacó que su esposa, Lucía Topolansky, lo está ayudando en su recuperación. “Es un lujo estar cerca a los 90″, dijo. También destacó que tiene una “médica militante” que va a su chacra en las afueras de Montevideo para verlo “a cada rato”.