Gabriel Boric denunció que el régimen de Ortega se consolida como una dictadura: “Hoy son más Somoza que otra cosa”

El presidente chileno dijo que Nicaragua profundiza el giro autoritario tras las reformas a la Constitución que refuerzan el control totalitario de la pareja presidencial. Además, condenó la persecución de toda la oposición

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Foto de archivo del presidente
Foto de archivo del presidente de Chile, Gabriel Boric. (EFE/Nina Osorio)

El presidente de Chile, Gabriel Boric, publicó en X, antes Twitter, una fuerte crítica hacia el régimen autoritario de Daniel Ortega en Nicaragua, al cual llamo una dictadura.

El presidente chileno no escatimó en palabras para condenar estas acciones. “No olvidemos a Nicaragua y su tragedia. El régimen de Ortega y Murillo se consolida ‘legalmente’ como una dictadura silenciando, expatriando y reprimiendo cualquier oposición”, escribió Boric en su publicación.

Además, lamentó el giro autoritario del gobierno nicaragüense, señalando que el régimen está “lejos de la promesa y esperanza sandinista”.

“Hoy son más Somoza que otra cosa”, dijo en referencia a la dinastía Somoza, que gobernó Nicaragua bajo un régimen dictatorial entre 1937 y 1979.

Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Daniel Ortega y Rosario Murillo. (AP Foto/Alfredo Zuniga, Archivo)

La comparación realizada por Boric alude al régimen de la familia Somoza, que durante más de cuatro décadas controló Nicaragua con mano de hierro. El último de los Somoza en el poder, Anastasio Somoza Debayle, fue derrocado en 1979 por la Revolución Sandinista, un movimiento liderado por el propio Ortega.

Sin embargo, las acciones recientes de Ortega y Murillo han sido ampliamente cuestionadas por su carácter autoritario, lo que ha llevado a críticos como Boric a señalar que el régimen actual ha traicionado los principios que alguna vez defendió.

La Revolución Sandinista depuso el
La Revolución Sandinista depuso el régimen de Somoza en 1979. (EFE/Jorge Torres/Archivo)

En su posteo en X, el mandatario chileno citó una editorial del diario El País, la cual denuncia que “el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo acelera su deriva autoritaria en Nicaragua”.

No es la primera vez que Boric describe a Ortega como un “dictador” ya que lo había hecho en septiembre de 2023, cuando el autócrata nicaragüense criticó duramente a los Carabineros de Chile.

En esa opostunidad, Boric reafirmó su respaldo a la institución policial chilena, destacando la importancia de defender su reputación tanto a nivel nacional como internacional.

El incidente se originó cuando Ortega, durante un acto conmemorativo por el 44 aniversario de la creación de la Policía Nacional de Nicaragua, lanzó fuertes críticas contra los Carabineros.

Ortega había insultado a los
Ortega había insultado a los Carabineros de Chile. (Foto 19 Digital)

En su discurso, el mandatario nicaragüense afirmó que la policía chilena “está formada por el asesinato masivo” y vinculó su origen al golpe militar de 1973 que derrocó al presidente Salvador Allende. Ortega también señaló que dicho golpe fue “bendecido por Estados Unidos y aplaudido en Europa”, y añadió que “el 44% de los chilenos siguen añorando a Pinochet”.

En respuesta, Boric aprovechó una ceremonia de entrega de 265 nuevos vehículos policiales a los Carabineros para abordar públicamente las declaraciones de Ortega.

El presidente chileno expresó: “El dictador Ortega insultó a la institución de Carabineros de Chile. Quiero que sepan los Carabineros que instruí inmediatamente a nuestro ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren, que presentara una nota de protesta diplomática como corresponde en estas instancias”.

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“El dictador Ortega insultó a la institución de Carabineros de Chile”. (EFE/Carlos Ortega)

Boric subrayó que la defensa de las instituciones chilenas es una prioridad tanto dentro como fuera del país.

Las medidas dictatoriales de Ortega

Un paquete de reformas a la Constitución de Nicaragua, aprobado de manera unánime por 91 diputados de la Asamblea Nacional, ha generado una fuerte reacción de rechazo por parte de la oposición y analistas políticos. Estas modificaciones transforman profundamente el modelo de Estado establecido en la Carta Magna y refuerzan el control del poder bajo un sistema totalitario.

La Asamblea de Nicaragua aprobó
La Asamblea de Nicaragua aprobó por unanimidad las reformas antidemocráticas de Ortega. (EuropaPress)

Las reformas, que fueron tramitadas de manera expedita y sin debate parlamentario, entrarán en vigor a partir de enero del próximo año, una vez sean ratificadas en una segunda legislatura. Estas enmiendas no solo alteran la estructura del gobierno, sino que también eliminan derechos constitucionales y establecen nuevas disposiciones que han sido descritas como un intento de consolidar un régimen autoritario.

Entre los cambios más controvertidos se encuentra la creación de lo que los opositores han denominado una “dictadura bicéfala”. Según explicó el líder opositor Juan Sebastián Chamorro, las reformas colocan a los poderes del Estado bajo la coordinación directa de Ortega y su esposa, quienes compartirían el control absoluto del país. Chamorro señaló que esta nueva estructura elimina la forma de gobierno tal como se conocía hasta ahora en Nicaragua.

La principal reforma transforma el
La principal reforma transforma el sistema político de Nicaragua en una “dictadura bicéfala”, según los opositores. (EFE/Rodrigo Sura)

Otro de los puntos críticos de las reformas es la inclusión de disposiciones que califican como “traidores a la patria” a quienes expresen opiniones contrarias al régimen. Esta medida, ahora elevada al rango constitucional, podría ser utilizada para perseguir y silenciar a los disidentes.

Además, se establece la bandera del Frente Sandinista como símbolo patrio, un cambio que ha sido interpretado como una apropiación partidista de los emblemas nacionales.

En el ámbito de la seguridad, las reformas también institucionalizan a los grupos paramilitares bajo la figura de una “Policía Voluntaria”. Este punto ha generado especial preocupación entre los analistas, quienes advierten que podría legitimar las acciones de estos grupos, que han sido señalados en el pasado por su participación en actos de represión contra la población civil.

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