Expertos brasileños llegarán mañana viernes a Kazajistán para sumarse a la investigación del accidente sufrido en el oeste del país por un avión de pasajeros de las Aerolíneas de Azerbaiyán (AZAL) en el que perdieron la vida 38 personas, informó hoy el Gobierno kazajo. “Mañana (viernes) se espera la llegada de representantes de las autoridades aeronáuticas de Brasil y de la compañía Embraer (fabricante del avión siniestrado)”, señaló la oficina de prensa del Ejecutivo, que añadió que en la investigación del accidente, al que sobrevivieron 29 personas, participan también expertos kazajos y azerbaiyanos. El presidente del Senado de Kazajistán, Maulen Ashibayev, llamó hoy a no sacar conclusiones apresuradas sobre las causas del accidente al comentar las publicaciones en redes sociales, según las cuales en las fotografías de los restos del fuselaje del avión se observan impactos de metralla. “Son conjeturas, declaraciones infundadas”, declaró el legislador a un grupo de periodistas.
Hasta ahora se barajan como posibles causas del desastre aéreo versiones del choque de la aeronave con una bandada de pájaros y la explosión de un balón de oxígeno a bordo del avión. El avión siniestrado, un Embraer 190 de fabricación brasileña, se estrelló junto al aeropuerto kazajo de Aktau, adonde había sido desviado tras serle denegado el permiso para aterrizar, primero, en el aeropuerto de la ciudad rusa de Grozni, su punto de destino, y luego en el de la también ciudad rusa de Majachkalá.
“La situación no es nada buena, hay 38 fallecidos”, afirmó el viceprimer ministro kazajo, Kanat Bozumbáev, en un encuentro con representantes azerbaiyanos en la ciudad de Aktau, a orillas del mar Caspio, según el portal Tengrinews.
Bozumbáev señaló que los restos de los fallecidos “están en malas condiciones, en lo fundamental calcinados. Fueron trasladados a la morgue donde serán identificados”.
Según funcionarios kazajos, entre los pasajeros del avión se incluían 42 ciudadanos de Azerbaiyán, 16 rusos, seis kazajos y tres nacionales de Kirguistán.
Datos de seguimiento de vuelos de FlightRadar24.com muestran que la aeronave hizo lo que parecía ser un ocho cerca del aeropuerto en Aktau, con su altitud subiendo y bajando sustancialmente durante los últimos minutos del vuelo antes de impactar el suelo.
FlightRadar24 dijo por separado en una publicación en línea que la aeronave había enfrentado “fuerte interferencia GPS”, lo que “hizo que la aeronave transmitiera datos erróneos de ADS-B”, refiriéndose a la información que permite a los sitios web seguir los aviones en vuelo. Rusia ha sido acusada en el pasado de interferir las transmisiones GPS en la región más amplia.
AZAL anunció el miércoles la suspensión de todos sus vuelos a Grozni y Majachkalá hasta que se esclarezcan la causas del siniestro.
Según el Ministerio de Sanidad de Kazajistán, dos de los supervivientes se encuentran en estado de extrema gravedad y hay once graves.
El presidente ruso Vladímir Putin habló con Aliyev por teléfono y expresó sus condolencias, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, a los periodistas.
(con información de EFE y AP)