El balance de víctimas por el colapso del puente Juscelino Kubitschek, que une los estados de Tocantis y Maranhão, subió a ocho muertos y nueve desaparecidos, luego de que los buzos de la Marina de Brasil encontraran cuatro nuevos cuerpos en el río Tocantis.
Este miércoles, tras una pausa de dos días que respondía a motivos de seguridad, los expertos brasileños retomaron las tareas de búsqueda de los restos en estas aguas, de más de 50 metros de profundidad. En esa jornada, recuperaron dos cuerpos a los que, este jueves, se sumaron otros dos, identificados en el interior de una camioneta sumergida.
“El acceso a los cuerpos es complicado, será difícil recuperarlos pero estamos analizando las imágenes para hallar una manera”, dijo el teniente coronel Rafael Menezes, sumando al comunicado de la víspera de la Marina, que precisó que 29 buzos de cuatro organismos distintos participan de las actividades, con el apoyo del sistema SideScan Sonar.
Este domingo, la viga central del puente cedió -por lo que se cree, debido al desgaste propio de su uso durante décadas- y se desplomó con los al menos ocho vehículos que lo transitaban en ese momento.
Entre ellos, las autoridades identificaron dos camiones cisterna que transportaban 76 toneladas de ácido sulfúrico y un tercero con 22 mil litros de pesticidas, lo que obligó a la suspensión de las tareas en las aguas, por temor a un derrame de estas sustancias.
Tras una investigación minuciosa, un portavoz de los bomberos confirmó que las cisternas estaban “intactas”, por lo que no había riesgo alguno para los buzos y que se están “elaborando estrategias para retirar estos materiales”.
“Es importante destacar que la fuga de ácido sulfúrico en las aguas del río, que se produjo después de que el puente se derrumbó, se considera irrelevante y no compromete la búsqueda”, informó la víspera el Ministerio de Transporte, mientras que Caco Graca, supervisor de la Secretaría de Medio Ambiente del estado de Maranhao, sostuvo que “el riesgo de contaminación e impacto al medioambiente es débil”, tras haberse descartado “el peor escenario”.
No obstante, las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Hídricos de los dos estados unidos por el puente mantienen sus advertencias a los vecinos sobre el consumo del agua y su uso para higiene, hasta nuevo aviso.
En tanto se efectúan las tareas de búsqueda y rescate, las autoridades buscan determinar la causa del derrumbe que, hasta el momento, apunta a la falta de mantenimiento.
Poco antes de su caída, el concejal local Elias Junior había difundido un video en el que documentaba algunas fracturas en la superficie del puente, producto del intenso flujo vehicular, y advertía de la importancia de realizar los debidos trabajos con urgencia.
“Este puente ya tiene más de 60 años de existencia y, como pueden ver, no está soportando el flujo de vehículos pesados”, explicaba en el fragmento.
El presidente Lula da Silva lamentó la tragedia y prometió movilizar todos los recursos necesarios para apoyar la investigación y esclarecer lo ocurrido, a la par que aseguró la asignación de 100 millones de reales (16 millones de dólares) para las obras de reconstrucción, a finalizar el año entrante.
(Con información de AFP y EFE)