El Centro Wiesenthal exigió justicia ante los abusos de la secta Lev Tahor y respaldó a la comunidad judía de Guatemala

La institución condenó enérgicamente las prácticas del grupo, que incluyeron abuso infantil, matrimonios forzados, coerción psicológica y aislamiento social extremo. Subrayó que ninguna interpretación religiosa puede justificar actos que atenten contra la dignidad humana

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Un hombre de la comunidad
Un hombre de la comunidad judía Lev Tahor grita en protesta, exigiendo la liberación de miembros de la comunidad, afuera de la escuela de educación especial Alida España de Arana luego de que los fiscales dijeran que las autoridades guatemaltecas rescataron a varios niños y adolescentes de la comunidad judía tras denuncias de abuso infantil, en la Ciudad de Guatemala, Guatemala, el 21 de diciembre de 2024. REUTERS/Cristina Chiquin

El Centro Wiesenthal, reconocido por su labor en la defensa de los derechos humanos y la lucha contra el antisemitismo, ha expresado su firme apoyo a la Comunidad Judía de Guatemala tras los recientes esfuerzos por enfrentar las prácticas abusivas de la secta Lev Tahor. Según informó el organismo, esta comunidad ha colaborado estrechamente con las autoridades locales para garantizar la protección de las víctimas, especialmente los menores rescatados de este grupo, y ha asumido la responsabilidad de su cuidado inmediato.

De acuerdo con el Centro Wiesenthal, Lev Tahor ha sido objeto de múltiples denuncias por llevar a cabo prácticas que incluyen abuso infantil, matrimonios forzados, coerción psicológica y aislamiento social extremo, entre otras formas de violencia y manipulación. Estas acciones han sido calificadas como graves violaciones a los derechos humanos y una distorsión de los valores fundamentales de la religión judía. En este contexto, el sistema judicial de Israel ya había declarado a este grupo como un “culto peligroso”, y varios de sus líderes han enfrentado condenas por delitos como secuestro y explotación infantil.

El Centro Wiesenthal ha condenado enérgicamente estas prácticas, subrayando que ninguna interpretación religiosa puede justificar actos que atenten contra la dignidad humana. En un comunicado, la organización expresó su solidaridad con las víctimas y con quienes han trabajado para exponer los abusos cometidos por la secta. “Nos solidarizamos plenamente con las personas y organizaciones dedicadas a combatir estos abusos, así como con los sobrevivientes que han tenido el valor de denunciar estas atrocidades”, afirmó el organismo, destacando la importancia de su valentía como un llamado urgente a la acción.

El director del Centro Wiesenthal para América Latina, el Dr. Ariel Gelblung, enfatizó el compromiso de la organización con la búsqueda de justicia y la protección de los derechos fundamentales de las víctimas. En sus declaraciones, destacó el papel crucial de la Comunidad Judía de Guatemala, que no solo ha trabajado junto a las autoridades para garantizar la aplicación de la ley, sino que también ha asumido la responsabilidad de brindar apoyo a los niños rescatados del grupo. “Apoyamos fuertemente a la Comunidad Judía de Guatemala, que se alineó inmediatamente con las autoridades del país para hacer aplicar la ley, e instamos a hacerles llegar toda la ayuda disponible por haberse hecho cargo del mantenimiento de los niños rescatados del culto”, señaló Gelblung.

Ariel Gelblung, director del Centro
Ariel Gelblung, director del Centro Wiesenthal para América Latina (Jaime Olivos)

El Centro Wiesenthal también instó a las autoridades guatemaltecas e internacionales a actuar con determinación para garantizar que los responsables de estos crímenes enfrenten las consecuencias legales correspondientes. Asimismo, subrayó la necesidad de proteger a las víctimas y asegurar que sus derechos sean plenamente respetados. “Nadie está por encima de la ley”, recordó la organización, reafirmando su compromiso con el legado de su mentor, Simon Wiesenthal, quien dedicó su vida a la búsqueda de justicia.

La secta Lev Tahor, fundada en la década de 1980, ha sido objeto de controversia durante años debido a sus prácticas extremas y su interpretación radical de la religión. Según consignó el Centro Wiesenthal, las acciones de este grupo no solo representan una amenaza para sus miembros, sino que también constituyen una violación flagrante de los principios éticos y religiosos que dicen defender. En este sentido, la organización ha reiterado que es fundamental diferenciar entre la fe y las prácticas abusivas que se escudan en ella.

Miembros de la comunidad judía
Miembros de la comunidad judía Lev Tahor se reúnen afuera de la escuela de educación especial Alida España de Arana luego de que, según los fiscales, las autoridades guatemaltecas rescataran a varios niños y adolescentes de la comunidad judía tras denuncias de abuso infantil, en la Ciudad de Guatemala, Guatemala, el 21 de diciembre de 2024. REUTERS/Cristina Chiquin

El caso de Lev Tahor ha generado preocupación a nivel internacional, y diversas organizaciones han pedido una respuesta contundente para poner fin a los abusos cometidos por este grupo. Según detalló el Centro Wiesenthal, la colaboración entre las autoridades, las comunidades locales y las organizaciones de derechos humanos es esencial para garantizar que las víctimas reciban el apoyo necesario y que los perpetradores sean llevados ante la justicia.

En su comunicado, el Centro Wiesenthal hizo un llamado a la comunidad internacional para que se mantenga vigilante frente a este tipo de casos y se comprometa a proteger a las personas más vulnerables. “La búsqueda constante de justicia es el objetivo que nuestro mentor, Simon Wiesenthal, nos dejó como legado”, concluyó la organización, reafirmando su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la lucha contra cualquier forma de abuso o explotación.

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