Los depósitos en dólares cayeron 412 millones en un año en Bolivia, según los bancos

El informe de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia revela una caída en los depósitos en moneda extranjera. En un balance de la gestión, el presidente Luis Arce admitió las dificultades económicas que enfrenta el país pero se mostró optimista para 2025

Guardar
Un hombre sostiene dólares en
Un hombre sostiene dólares en una casa de cambio en La Paz, Bolivia, el viernes 28 de junio de 2024. (Foto AP/Carlos Sánchez)

Los depósitos en dólares en Bolivia cayeron este año en 412 millones de dólares, según un informe de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) con datos actualizados hasta octubre. Según el boletín, en el lapso de un año los depósitos en divisa norteamericana pasaron de un valor total de 3.024 millones a 2.612 millones.

“En cuanto a la composición por moneda de los depósitos, a octubre de 2024 el 8,5% del total correspondió a moneda extranjera con un saldo que en el último año pasó de 3.024 millones de dólares a 2.612 millones, reflejando la devolución de ahorros del público en moneda extranjera por 412 millones de dólares”, precisa Asoban en su reporte.

La caída ha sido sostenida en los últimos dos años. En 2022, los depósitos en dólares ascendían a 4.132 millones y hasta diciembre de 2023 descendieron a 2.946, es decir en 1.186 millones menos.

El desplome en la producción de gas, principal industria del exportación, ha provocado una crisis económica en el país sudamericano que ha recurrido a sus reservas internacionales para mantener su política de subsidios de combustible que generan un gasto superior a los 2.000 millones de dólares al año. Este hecho, sumado a un contexto económico internacional adverso, ha provocado problemas en la economía del país.

Bolivia enfrenta una debacle de
Bolivia enfrenta una debacle de la industria petrolera por la baja producción de sus campos y una fallida gestión de los hidrocarburos, según el presidente Luis Arce.

En el primer trimestre de 2023 empezaron a escasear los dólares y las transacciones bancarias en esa moneda se limitaron cada vez más, dando surgimiento a un mercado paralelo de divisas donde la moneda norteamericana se cotiza a un 70% más valor. En los bancos, donde el tipo de cambio oficial se mantiene en 6,96 bolivianos, actualmente es imposible comprar dólares y los depósitos en esa moneda se pueden retirar a cuenta gotas o en bolivianos, lo que supone una importante pérdida de capital.

Sin embargo, el 91,5% de los ahorros del público en el sistema bancario está compuesto por moneda nacional, según el informe de Asoban, que refleja el nivel de “bolivianización” de la economía que se profundizó en el país desde 2006.

Inflación, deuda y “bloqueo” de créditos

En un balance de la gestión con periodistas de La Paz, el presidente Luis Arce manifestó que el 2024 fue “el peor que hemos podido soportar” pero dijo que “lo estamos superando”. Según el jefe de Estado y ex ministro de Economía durante el Gobierno de Evo Morales (2006-2019), el próximo año será “el año del restablecimiento de la estabilidad económica”.

Una mujer espera en un
Una mujer espera en un mercado de La Paz, el 13 de diciembre de 2024. REUTERS/Claudia Morales

El mandatario atribuyó la escasez de dólares a varios factores entre ellos la debacle de la industria de los hidrocarburos, su principal rubro de exportación, y a un “bloqueo” de créditos externos en la Asamblea Legislativa Plurinacional por más de 1.228 millones de dólares.

La inflación en Bolivia también ha superado los pronósticos oficiales. Entre enero y octubre se registró un aumento de precios de 7,26%, cuando la proyección para el 2024 era de 3,5%. La inflación a doce meses fue de 7,94% a octubre. “El dinero ya no sirve para nada. Vamos al mercado y nuestras bolsas no se llenan. Nuestras ollas están vacías. No tenemos comida para nuestros niños”, lamentó Irma Callizaya, artesana de 62 años, durante una marcha de protesta realizada en La Paz a finales de noviembre.

En este año, el país tuvo que enfrentar un déficit en el flujo neto de la deuda externa. “Si uno recibe nuevos desembolsos que compensan el flujo de pago de deuda, estamos bien, pero si pagamos deuda y no recibimos nuevos desembolsos, es una salida neta de nuestro bolsillo, y eso es lo que ha empezado a pasar el 2023″, explicó Arce. Según una publicación del Ministerio de Economía, en 2023, el flujo negativo fue de 366 millones de dólares y en 2024 de 856 millones, lo que hace un total de1.222 millones de dólares en dos años.

Guardar