Ecuador recibió un desembolso de USD 100 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), correspondiente al segundo tramo de una línea de crédito de USD 500 millones, en el marco del Programa de apoyo a la estabilización macroeconómica.
De acuerdo al Ministerio de Economía y Finanzas, este nuevo desembolso de libre disponibilidad se suma a los USD 400 millones entregados en octubre, lo que completa hasta ahora USD 1.152 millones de apoyo directo del BID al programa económico del país, según informó el Ministerio de Economía.
El gobierno de Daniel Noboa ha señalado que el programa económico busca fortalecer la sostenibilidad fiscal, proteger a los sectores sociales más vulnerables y fomentar el crecimiento económico para generar empleo.
En el contexto de una economía dolarizada, estos recursos son considerados cruciales para garantizar la estabilidad macroeconómica. Este nuevo apoyo financiero del BID llegó un día después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobara un desembolso adicional de USD 500 millones tras la primera revisión técnica de su programa con Ecuador .
El BID, junto con otros organismos multilaterales como el FMI, el Banco Mundial y la Corporación Andina de Fomento (CAF), ha respaldado las políticas económicas implementadas por Ecuador durante este año. Según el Ministerio, el financiamiento internacional proyectado para 2024 asciende a aproximadamente USD 5.111 millones, de los cuales el BID ha aportado más de USD 1.100 millones. Este respaldo incluye recursos destinados a fortalecer las reservas internacionales, sostener el gasto social y cubrir necesidades de financiamiento del presupuesto estatal.
El presidente Noboa ha destacado en múltiples ocasiones la importancia de los recursos internacionales para proteger la dolarización, una de las prioridades de su administración. Según cifras oficiales, las reservas internacionales del país crecieron significativamente, pasando de USD 4.454 millones en diciembre de 2023 a USD 8.645 millones en noviembre de 2024.
Además, se ha registrado un aumento en las exportaciones, que crecieron un 8,5 % en comparación con el mismo período del año anterior, y un incremento en los ingresos petroleros, que pasaron de USD 45 millones en enero de 2024 a USD 154 millones en octubre .
El Ministerio de Economía señaló que este nuevo desembolso del BID se destinará a áreas prioritarias, aunque no detalló los sectores específicos. El impacto de estos recursos dependerá de su adecuada gestión y de la capacidad del gobierno para priorizar proyectos que beneficien directamente a la población, según han advertido los expertos.
A pesar de los avances en algunos indicadores económicos, como el crecimiento en las ventas locales y el aumento en los depósitos bancarios, Ecuador enfrenta importantes retos. sectores clave como seguridad, salud, educación e infraestructura requieren inversiones sostenidas.
El BID ha sido uno de los actores claves en los esfuerzos por estabilizar la economía ecuatoriana, no solo mediante desembolsos directos, sino también a través de programas orientados a fortalecer las capacidades institucionales del país.
El respaldo de organismos multilaterales como el BID refleja un voto de confianza hacia las políticas implementadas por Ecuador en el último año. Sin embargo, este respaldo no está exento de condiciones. Tanto el BID como el FMI monitorean de cerca el cumplimiento de las metas acordadas, que incluyen la sostenibilidad fiscal.
El BID concede financiamiento a través de programas diseñados para abordar necesidades específicas de desarrollo sostenible en sus países miembros.
Este proceso comienza con la identificación de prioridades por parte del país receptor y la colaboración con el BID para diseñar proyectos o programas alineados con sus objetivos, como sostenibilidad fiscal, inclusión social y mitigación del cambio climático. Una vez que el proyecto o programa está definido, se somete a la aprobación del Directorio Ejecutivo del BID, que analiza su viabilidad técnica, financiera y social.
Tras la aprobación, los recursos se desembolsan en etapas según el cumplimiento de objetivos predefinidos. Durante la implementación, el BID monitorea de cerca el uso de los fondos mediante auditorías y reportes para garantizar transparencia y eficacia.