El origen de la condena de una abogada y un empresario del transporte fue una denuncia anónima que recibió la Fiscalía. Los datos que recibieron los investigadores permitieron atar cabos con otras investigaciones hasta demostrar que la pareja integraba un grupo dedicado al tráfico internacional de droga, que tenía como destino Europa. También se lograría descubrir que la banda que integraban está vinculada al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, uno de los delincuentes más buscados de la región.
La pareja es, en realidad, un eslabón relevante de una cadena que recibe cocaína y pasta base para enviarla a Europa por mar.
El nombre de Ana María Bugliari –una abogada y escribana de 44 años– no era conocido en el ambiente judicial hasta que surgió un caso que se conoció como “narcoavionetas”, según una nota de El Observador. Tras la investigación de ese caso, Uruguay logró extraditar a un piloto argentino luego de probar su participación en el tráfico de un cargamento de droga que llegaban desde Paraguay.
La carga ingresaba al país en vuelos clandestinos que aterrizaban en pistas ilegales. La Justicia uruguaya condenó al argentino Francisco Fogel a cinco años de prisión y quien actuó como su defensora fue Bugliari. La abogada –cuyo nombre sonaba por primera vez en un ámbito en el que los defensores de narcos se repiten– fue crítica del proceso de condena porque consideró que hubo desprolijidades.
Tiempo después, volvió a aparecer en las sedes judiciales. Esta vez, Bugliari fue defensora de montenegrinos acusados de pertenecer al cartel de los Balcanes. Fueron detenidos en marzo de 2023 en el marco de un operativo en el que se incautaron 489 kilos de cocaína en paquetes con calcomanías de Mickey y Pluto, recuerda el diario uruguayo.
Bugliari fue la segunda defensora de los montenegrinos y otra vez volvió a cuestionar los procedimientos. Asegura que los detenidos no tuvieron las garantías necesarias del proceso y alegó que no hablaban español.
La última vez que la abogada apareció por los tribunales uruguayos fue para su condena. Hace unos meses llegó una denuncia anónima contra ella y su pareja, el propietario de una empresa de transporte que tiene acceso al puerto de Montevideo. En la denuncia se mencionaba el vínculo que la defensora y el empresario tenían con bandas narcotraficantes.
La investigación permitió atar cabos y la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas probó que la pareja estaba detrás de la logística del envío de droga a Europa. Esto significa que se encargaban de conseguir empresas con capacidad de exportar mercadería a diferentes países de otros continentes, principalmente a Europa. También comprobaron que conseguían pilotos que se encargaran de ingresar la droga al país.
Los investigadores tienen la certeza de que esta abogada tenía línea directa con Sebastián Marset, según informó el noticiero Telenoche de Canal 4. La tarea de la pareja era identificar y contactar a pequeñas y medianas empresas a través de las que se pudiera sacar mercadería a Europa. Cuando veía que la firma servía, comenzaba con los contactos.
La pareja, según comprobaría luego la Policía, también estuvo vinculada a una incautación de 900 kilos de droga en Ciudad del Plata y a los allanamientos que se realizaron en Cerro Norte, un barrio de Montevideo atravesado por una guerra narco. También se encontraron lazos con algunos crímenes que fueron cometidos hace algunos meses y que todavía son investigados.
Con todas estas pruebas, la abogada no pudo negar su participación y fue condenada por un proceso abreviado, que implica el reconocimiento del delito a cambio de una pena menor.
Bugliari fue condenada a cinco años y seis meses de prisión por un delito de organización a las actividades del narcotráfico, mientras que su pareja recibió una condena de tres años y seis meses de penitenciaría como cómplice responsable del mismo delito.
Con este, ya son cuatro los operativos que realizó la Policía uruguaya en poco más de un mes para intentar desarticular a una organización de narcotráfico internacional, que tiene una estructura basada en Uruguay y enlaces poderosos en Sudamérica y Europa. Después de esta condena, las autoridades policiales van por los líderes locales de la banda, según informó el semanario local Búsqueda.
A la policía uruguaya le llamó la atención la larga condena que la pareja aceptó, algo que es interpretado como una demostración de la magnitud de las operaciones que forman parte.
Los dos condenados tienen socios internacionales peligrosos, según los investigadores, y ahora se analiza qué tipo de seguridad tendrán en la prisión, dado que hay temor de que haya represalias.
En un comunicado, el Ministerio del Interior informó que la pareja está vinculada a “un grupo criminal dedicado al tráfico internacional de drogas” y lo vinculó con otros episodios.
Es que la pareja condenada era más que un simple eslabón en la cadena de tráfico de drogas. Su rol era similar al de una asesoría, pero no eran las cabezas del negocio en el país, informó el medio uruguayo. Más allá de los cuatro operativos que se realizaron en el último mes, la Policía tiene previstos otros procedimientos en el corto y en el mediano plazo para poder llegar a los líderes locales de la banda.