Chile y Bolivia alcanzaron este viernes un acuerdo histórico en materia de control migratorio y seguridad fronteriza, dirigido a regular el retorno o reingreso de migrantes irregulares y a combatir el contrabando en sus zonas limítrofes.
Según informaron las autoridades, el pacto aplica tanto a ciudadanos chilenos y bolivianos como a migrantes de terceros países.
El acuerdo, que entrará en vigor próximamente, establece que ambos países aceptarán el retorno de sus nacionales y de migrantes provenientes de otras naciones detectados en situación irregular.
En concreto, si un ciudadano boliviano o un extranjero es identificado dentro de los 10 kilómetros de la frontera hacia el interior del territorio chileno, será transferido a la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile, que gestionará su retorno con las autoridades bolivianas, tras un registro biométrico.
“Este vacío será abordado en un esfuerzo conjunto para manejar el tránsito de personas en la frontera compartida”, señalaron desde las delegaciones de ambos países, marcando un hito en la cooperación regional.
Previo a este acuerdo, Bolivia no permitía el retorno o reingreso de migrantes desde otros territorios, lo que generaba complicaciones en la gestión del flujo migratorio irregular. Ahora, este vacío será abordado en un esfuerzo conjunto para manejar el tránsito de personas en la frontera compartida.
Además, el convenio incluye disposiciones para reforzar las medidas contra el contrabando y regular el tránsito en las zonas limítrofes. Este paso se suma a iniciativas previas impulsadas por Chile, como el despliegue de tropas en la frontera y la incorporación de tecnologías de monitoreo, medidas aprobadas por el Congreso chileno a inicios de 2023.
Pese a que Bolivia y Chile no mantienen relaciones diplomáticas a nivel de embajadores desde 1978, ambos gobiernos intensificaron sus encuentros en los últimos meses. Las reuniones abordaron temas migratorios y de seguridad en un esfuerzo por fortalecer la cooperación bilateral.
“Las relaciones bilaterales han estado tradicionalmente marcadas por la disputa histórica en torno al acceso soberano al océano Pacífico”, un tema que aún sigue presente en el discurso político de Bolivia.
En 2013, Bolivia llevó su reclamación marítima ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, pero en 2018 el tribunal determinó que Chile no tenía obligación legal de negociar el acceso marítimo.
Sin embargo, las autoridades bolivianas consideran que la sentencia no descarta la posibilidad de diálogo.
En el último tiempo, Chile se convirtió en un destino clave para migrantes en Sudamérica. Actualmente, hay cerca de 1,4 millones de migrantes en el país, lo que representa más del 7 % de la población total.
Los venezolanos encabezan el grupo de migrantes más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos. Este nuevo acuerdo entre Bolivia y Chile representa un avance significativo en el manejo de la migración y seguridad fronteriza en la región, en medio de crecientes flujos migratorios y desafíos humanitarios.
(Con información de EFE)