El Congreso de Brasil aprobó el plan de ajuste fiscal presentado por el gobierno de Lula da Silva

Senadores y diputados apoyaron un paquete de medidas para recuperar y mantener el equilibrio de las cuentas públicas

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Vista general del Senado Federal
Vista general del Senado Federal de Brasil durante una sesión en Brasilia (REUTERS/Adriano Machado/Archivo)

El Senado de Brasil aprobó este viernes los últimos puntos de un programa de ajuste fiscal propuesto por el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que pretende sentar las bases para eliminar gradualmente el crónico déficit del sector público.

El plan de ajuste, que fue aprobado en la Cámara de Diputados el jueves, contempla diversas medidas que reducirán el gasto gradualmente hasta 2030 y apuntan a recuperar y mantener el equilibrio de unas cuentas públicas cuyo déficit se calcula cercano al 10% del producto interior bruto, con una deuda que en 2025 pudiera superar el equivalente al 81% del PIB.

El control del gasto es una de las mayores preocupaciones del mercado financiero y en las últimas semanas se ha expresado a través del mercado cambiario, con una fuerte presión sobre el real, que llegó a tocar mínimos históricos en su relación con el dólar.

Entre las nuevas normas aprobadas este viernes por el Senado, la más importante desde el punto de vista fiscal es una que modifica el cálculo del aumento anual del salario mínimo, hasta ahora vinculado al resultado del producto interno bruto (PIB) y a la inflación.

A partir de ahora, según el proyecto aprobado, la fórmula para calcular el aumento también contemplará el comportamiento del gasto, lo cual, de acuerdo a las previsiones del Gobierno, deberá limitar toda mejora real del salario mínimo al 2,5% anual.

Ese punto ha sido considerado crucial por el propio Ministerio de Hacienda y los expertos del sector privado, pues el salario mínimo constituye una de las mayores presiones sobre las cuentas públicas, por su incidencia directa en el deficitario sistema de jubilaciones y pensiones.

El ministro de Hacienda de
El ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, y el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el Palacio de Planalto en Brasilia en noviembre de 2024 (REUTERS/Adriano Machado)

El programa también propone una nueva normativa para reducir gradualmente un bono anual que reciben los trabajadores de bajos ingresos y desvincula parte del gasto en educación del cálculo del déficit fiscal, entre muchas otras medidas.

Aunque algunos de los puntos propuestos por el Gobierno fueron “deshidratados” por el Parlamento, el Ministerio de Hacienda aún prevé que el ahorro generado por esas medidas hasta 2030 será cercano a los 327.000 millones de reales (unos 54.800 millones de dólares o 52.000 millones de euros).

La aprobación del plan de ajuste tuvo un efecto casi inmediato en el mercado cambiario, en el que la moneda brasileña, que llegó esta semana a un mínimo histórico de 6,30 reales por dólar, abrió este viernes a 6,1 reales y con una clara tendencia a la baja.

Ese movimiento también fue incentivado por intervenciones del Banco Central, que en las últimas semanas ha inyectado cerca de 20.000 millones de dólares al mercado a fin de contener la devaluación de la moneda nacional.

Esas intervenciones complementan una política restrictiva ya impuesta por una reciente decisión del Banco Central que aumentó los intereses al 12,25 %, con la posibilidad de elevarlos en otros dos puntos en los próximos meses por temor a un mayor descontrol de la inflación, hoy situada en un 4,87 % interanual.

(Con información de EFE)

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