El Gobierno de Bolivia activó una alerta migratoria contra el ex presidente Evo Morales, en el marco de un proceso judicial que lo vincula con delitos de trata de personas agravada y estupro.
Según informó el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, la Dirección Nacional de Migración y la Policía de control migratorio ya han sido notificadas para actuar en consecuencia.
“Ya se ha emitido la alerta migratoria”, declaró Ríos, al tiempo que subrayó que que se han movilizado recursos para monitorear los posibles movimientos del ex mandatario.
Este caso surge a raíz de una denuncia que acusa a Morales de mantener una relación con una menor de edad, con quien presuntamente tuvo un hijo. Además, el proceso señala que los padres de la víctima habrían entregado a la menor a cambio de “favores”.
La joven, según los informes, habría sido parte del grupo ‘Generación Evo’, una organización juvenil creada durante el mandato del ex presidente.
Aunque la Fiscalía emitió una orden de aprehensión contra Morales el 16 de octubre, esta no ha sido ejecutada debido a dificultades logísticas y políticas.
“Aún falta la notificación al Comando de la Policía de Cochabamba”, explicó Ríos, al señalar los obstáculos para actuar en el bastión político de Morales, el Trópico de Cochabamba.
Dirigentes sociales afines al ex mandatario han advertido sobre posibles enfrentamientos violentos si las autoridades intentan aprehenderlo.
“No se va a tolerar” tal acción, afirmaron, mientras denunciaban que Morales cuenta con “seguridad de élite” y protección organizada por campesinos de la región.
En medio de este panorama, Morales participó en un acto público en Chimoré, donde denunció un supuesto plan del gobierno de Luis Arce para detenerlo y extraditarlo a Estados Unidos o Argentina, países donde enfrenta otros procesos judiciales.
Según Morales, esta maniobra estaría vinculada a disputas internas por el control del Movimiento al Socialismo (MAS) y a las próximas elecciones presidenciales de 2025.
En sus declaraciones, Morales aseguró que estas acusaciones buscan desacreditarlo políticamente.
“Quieren relacionarme con el último jefe antidrogas de mi administración para justificar su plan”, afirmó. Pese a la tensión, en el evento celebrado este miércoles, sus seguidores ratificaron que Morales será su candidato presidencial, incluso si se encuentra encarcelado.
La disputa por el liderazgo del partido ha escalado en los últimos meses, erosionando la unidad en el oficialismo. Mientras Morales acusa a Arce de conspirar en su contra, el gobierno ha mantenido una postura de apoyo a las instituciones judiciales que investigan las denuncias.
Por varios meses, cada facción del partido reclamó su control, pero el Tribunal Constitucional reconoció en noviembre como válida sólo la cúpula afín a Arce.
Pese a que la justicia recientemente determinó que nadie puede gobernar más de dos períodos de gobierno, Morales, de 65 años, insiste en que será candidato en 2025.
El ex jefe de Estado dijo que se presentaría a las próximas elecciones con o sin el MAS.
“Saludo a varios jefes de partidos (...) de agrupaciones. Ya estamos conversando”, afirmó, en referencia a que podría postularse con otro partido.
Mientras tanto, en otra celebración en la Plaza de Armas de La Paz, el presidente Arce llamó al MAS a prepararse para las elecciones de 2025, que será “un año duro”.
El mandatario de 61 años todavía no declaró si será candidato, pese a que el partido está bajo control de Grover García, uno de sus simpatizantes.
Aseguró que junto a las organizaciones sociales se debe coordinar “la construcción y redacción (...) de un programa de gobierno para volver a ser gobierno el 2025-2030″.
“Somos los únicos que podremos derrotar a la derecha” el próximo año, dijo ante sus seguidores.
(Con información de EFE y AFP)