Un relevante premio logró hace unos días el Dr. Bruno Cisterna de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica, quien fue premiado por haber conseguido la mejor microfotografía del mundo en la edición número 50 del prestigioso concurso Nikon Small World, que buscar capturar aquello que solo podemos apreciar mediante un microscopio a fin de fomentar la innovación en este campo especializado de las ciencias.
“El primer premio de la Competencia de Fotomicrografía Nikon Small World 2024 fue otorgado al Dr. Bruno Cisterna, con la colaboración del Dr. Eric Vitriol de la Universidad de Augusta (EE.UU.), por su innovadora imagen de células tumorales diferenciadas de cerebro de ratón”, se lee en la página oficial del concurso.
Tres meses de trabajo le tomó hacer la foto y para obtenerla, el científico utilizó un microscopio confocal de disco giratorio SoRa de Nikon. Fue publicada en el Journal of Cell Biology, destacando “el citoesqueleto de actina, los microtúbulos y los núcleos celulares, revelando cómo las alteraciones en el citoesqueleto de la célula – el marco estructural y las “autopistas” conocidas como microtúbulos – pueden conducir a enfermedades como el Alzheimer y la ELA”, explicaron.
El Dr. Cisterna destacó que “mi paso por la Facultad de Ciencias Biológicas (de la Pontificia Universidad Católica) fue clave para mi formación: allí adquirí las bases que me han permitido avanzar en mi carrera científica. Allí descubrí mi pasión por la microscopía y el estudio de procesos celulares complejos”.
La investigación
Según prosigue el comunicado en el sitio oficial, la investigación del científico chileno mostró que la “profilina 1 (PFN1), una proteína crucial para la construcción de la estructura celular, desempeña un papel clave en el mantenimiento de las autopistas de microtúbulos esenciales para el transporte celular”.
“Cuando la PFN1 o los procesos relacionados se ven interrumpidos, estas autopistas pueden fallar, causando daños celulares similares a los observados en enfermedades neurodegenerativas”.
El Dr. Cisterna explicó que “uno de los principales problemas con las enfermedades neurodegenerativas es que aún no entendemos completamente qué las causa. Para desarrollar tratamientos efectivos, primero necesitamos comprender los fundamentos. Nuestra investigación es crucial para descubrir este conocimiento y, en última instancia, encontrar una cura”.
“Las células diferenciadas podrían usarse para estudiar cómo las mutaciones o proteínas tóxicas que causan el Alzheimer o la ELA alteran la morfología neuronal, así como para evaluar posibles medicamentos o terapias génicas dirigidas a proteger las neuronas o restaurar su función”, detalló el investigador.
Tocante al tiempo que le llevó hacer la imagen, Cisterna detalló que “después de permitir que las células se diferenciaran durante cinco días, tuve que encontrar el campo de visión adecuado donde interactuaban las células diferenciadas y no diferenciadas. Esto tomó aproximadamente tres horas de observación precisa bajo el microscopio para capturar el momento adecuado, lo que implicó muchos intentos y un sinfín de horas de trabajo para lograrlo”.
“Después de tres años de investigación, finalmente publicamos nuestros hallazgos hace cuatro meses en el Journal of Cell Biology, y aún queda mucho por hacer”, cerró orgulloso el galardonado científico.