El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, denunció este miércoles que intentaron amedrentarlo al colocar un supuesto coche bomba en las cercanías de un evento oficial. La declaración se produjo durante un acto en Machala, capital de la provincia de El Oro, donde presentó un plan para la ampliación de una carretera.
“Había un problema de seguridad aquí en El Oro. Vinimos 2.400 soldados, más de 2.000 policías, 50 tanquetas y vinimos a dar a cara. Inclusive anoche querían amedrentarnos poniendo dizque un coche bomba con dinamita no muy lejos de aquí”, afirmó el mandatario, sin brindar mayores detalles.
“Vamos hacia adelante y con esa misma fuerza, con esas mismas ganas, es que seguiremos trabajando por el pueblo, seguiremos dándoles la seguridad que la gente necesita y seguiremos dándoles esa esperanza, esa esperanza que no se puede perder porque no podemos perder este país”, agregó.
Las fuerzas armadas y la policía no han emitido declaraciones sobre el incidente.
Sin precisar si se trataba del mismo caso, la Policía Nacional informó este miércoles que tuvo una alerta del Servicio Integrado de Seguridad (ECU 911) en Machala, capital de El Oro, sobre un vehículo abandonado con artefactos explosivos en su interior.
La Policía, con unidades especializadas, extrajo del vehículo “10 emulsiones explosivas, que fueron trasladadas a un lugar seguro donde se realizó una detonación controlada”.
“No se registraron personas afectadas ni daños materiales”, indicó la institución del orden antes de apuntar que las unidades de investigación continúan desplegadas para dar con los responsables de este hecho.
El Oro es una de las provincias que sufre en mayor medida el auge de la criminalidad, especialmente la ligada al narcotráfico, y es parte de los territorios que abarca el último estado de excepción, que recientemente prorrogó Noboa como parte del “conflicto armado interno” que declaró a inicios de 2024 para combatir a las bandas criminales.
Además, ha sido escenario en las últimas semanas de varias masacres ligadas al crimen organizado. Una de ellas se produjo el 1 de diciembre, cuando diez personas fueron asesinadas en el municipio de El Guabo, cerca de Machala, la capital provincial.
De forma preliminar, la Policía indicó que se trataría de un ataque planificado contra víctimas seleccionadas. Varias de ellas tenían antecedentes judiciales por robo, asesinatos o delitos relacionados con drogas.
Cuatro días después, el director de la cárcel de El Oro y un funcionario de transporte “fueron víctimas de un atentado criminal” y resultaron heridos, según informó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), la institución del Estado a cargo de las prisiones ecuatorianas.
Ecuador se situó en 2023 como el primer país de Latinoamérica en homicidios per cápita, con una tasa de 47,2 por cada 100.000 habitantes, una violencia que ha sido atribuida a la acción de grupos criminales, principalmente dedicados al narcotráfico, aunque también a la extracción ilegal de minerales y otros delitos como la extorsión y el secuestro.
Desde inicios de 2024, Noboa elevó la lucha contra el crimen organizado a la categoría de “conflicto armado interno”, con lo que pasó a catalogar a las bandas de delincuencia organizada como grupos terroristas y emitió una serie de estados de excepción con acciones como la militarización de las cárceles controladas por las estructuras criminales.
Si bien el Gobierno reporta una disminución del 17 % en el número de homicidios a nivel nacional, las denuncias de extorsiones, secuestros y asesinatos por parte de las bandas criminales se siguen sucediendo en el país.
(Con información de EFE y AFP)