Es uno de los platos más populares del mundo y por años belgas y franceses se han peleado su creación. Sin embargo, una investigación histórica hecha por la Municipalidad de Nacimiento (543 kms al sur de Santiago) podría situar el origen de las papas fritas en Chile y sus inventores serían nada menos que el pueblo mapuche.
Todo comenzó con una inquietud de Javier Arredondo, coordinador de turismo de ese tranquilo municipio, quien se contactó con una profesora para traducir desde el español antiguo el libro de relatos Cautiverio Feliz, publicado en 1677 y escrito por el soldado español Francisco Núñez de Pineda, quien fue tomado prisionero por mapuches el año 1629 en lo que sería la actual región del BíoBío.
En conversación con El Expreso Bío Bío, Arredondo explicó que “nos ayudó una profesora de la Universidad de Chile, Raïssa Kordic, quien realizó la traducción desde el Español Antiguo (...) Lo abordamos desde el punto de vista mapuche, porque acá estaba el Fuerte de Nacimiento. Este era atendido por esclavos mapuches, los españoles no cocinaban y no sabían sobre los alimentos originarios en ese tiempo”.
Núñez de Pineda estuvo nueve meses como prisionero del Cacique Quilalebo, tiempo en el que no la pasó tan mal como al parecer esperaba y conoció buena parte de las costumbres y tradiciones culinarias de la “gente de la tierra”. Debido a su preeminencia, fue intercambiado por otros rehenes el 29 de noviembre de 1629, en el Fuerte de Nacimiento, donde él y sus compañeros fueron recibidos con un festín.
“Desde que nos asentamos a la mesa fueron tantas las ollas que ocurrieron con diferentes guisados, que sobró que comer para los pobres soldados que nos estaban sirviendo con su asistencia”, reza el texto original, según el medio citado.
“Porque las mujeres casadas del presidio y sus maridos, cuál envió la sopa, tostada con muchos huevos fritos por encima, cuál el guisado de pescado seco, y otros el marisco de choros secos, machas, ostiones y otros géneros; unas enviaban las papas fritas”.
En el transcurso de la investigación bibliográfica, Arredondo y Raïssa Kordic lograron determinar que los mapuches disponían tanto de aceite animal como vegetal.
“Los instrumentos eran rústicos. Lo que dice el libro es que en Biobío habían animales, desde donde habría salido el aceite animal (...) En otros libros se hace alusión a plantas donde los mapuches habrían obtenido aceite para freír. Este es el primer paso”, cerró.
La investigación final se presentará el próximo 14 de diciembre en el Fuerte de Nacimiento, en una gran Feria de la Papa Frita Mapuche.
La pelea entre belgas y franceses
Sobre este tema habrá que ver ahora qué opinan expertos gastronómicos belgas y franceses, quienes desde hace siglos se vienen disputando la invención de las papas fritas.
Según National Geographic, los primeros sostienen que nació en Namur, una provincia belga francófona, donde los lugareños acostumbraban comer pescado frito hasta que un día de invierno de 1680, el río Mosa amaneció completamente congelado y se mantuvo así por varios meses. A los habitantes del lugar no les quedó más remedio que reemplazar el pescado por papas, importada desde América, y así explican su nacimiento.
Sin embargo, el historiador francés Pierre Leclercq, en un artículo consignado por la BBC, sostuvo que dicha explicación, aunque plausible, podría sostenerse si el Mosa se hubiese congelado unos 55 años después, puesto que en esa zona las papas recién comenzaron a cosecharse en 1735.
“En el siglo XVIII, la grasa era un lujo para las personas de recursos limitados”, razonó, además, por lo que no parece muy lógica la idea de que los pobres desperdiciaran la grasa utilizándola para freír.
Es por eso que los defensores franceses de la papa frita sostienen que ésta nació en el famoso Pont-Neuf en París, donde un carrito apostado estratégicamente vendía esta adictiva preparación, a fines del siglo XVIII.