Tras el macabro asesinato de un reo en el penal de Concepción, cuyo cuerpo fue encontrado decapitado este lunes en un ritual satánico que incluyó una biblia y sangre en las paredes, Gendarmería informó de otro crimen ocurrido al interior de una cárcel chilena el pasado miércoles 4 de este mes, esta vez en el penal Alto Bonito de Puerto Montt (1.033 kms al sur de Santiago), donde un preso fue acuchillado en más de 200 oportunidades por su compañero de celda.
El hecho quedó al descubierto cuando funcionarios del recinto abrieron la celda 30 del módulo 54 para desencerrar a Carlos Cutiño Alvarado, de 71 años, y Jorge Donoso Ayala, de 38. El primero cumplía una pena por un delito de índole sexual y le quedaban tres años para salir. El victimario, por su parte, cumple pena por un robo con homicidio cometido en Coquimbo y estaba en tratamiento psiquiátrico por esquizofrenia, informó La Tercera.
Según la fiscal Myriam Pérez, “el hecho ocurrió al interior de la celda que ambos compartían. La víctima presentaba alrededor de 200 lesiones corto punzantes en la zona cervical y también en el abdomen”, heridas que fueron perpetradas con un cuchillo artesanal o “hechizo”.
Por el momento el agresor no ha sido reformalizado, sin embargo, la Brigada de Homicidios y el Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones (PDI) continúan con las diligencias de rigor para establecer la dinámica del hecho y agregar aún más años a la condena del asesino.
El ritual satánico
Este hecho viene a sumarse al hallazgo de este lunes, poco después de las 09:00 horas, cuando dos gendarmes que abrieron la celda 21 del Complejo Penitenciario Biobío de Concepción (500 kms al sur de Santiago) se encontraron de sopetón con una cabeza cercenada que los observaba fijamente, sobre el velador, con una biblia al lado. En la litera estaba el cuerpo decapitado de Vincent González Aguirre (27 años) y en las paredes, escrito con sangre, varios pentagramas y el 666, el número del diablo.
El autor del horrendo crimen que conmocionó al país fue identificado como Diego Valdés San Martín (41 años), quien según informaron desde Gendarmería habría actuado “aparentemente motivado por una situación de enajenación mental, de la cual no había antecedentes”.
“En el lugar se encontró una biblia y escritos con símbolos satánicos, a lo que se suma lo manifestado por el presunto agresor respecto de que los hechos ocurrieron en un contexto de un ritual”, complementaron.
El agresor, conocido como el “Indio Loaiza”, cumple una condena de 16 años por homicidio y porte de arma de fuego en la ciudad de Arica (2.000 kms al norte de Santiago), de donde es oriundo, al igual que lo era su víctima.