Nueve personas han fallecido en Bolivia en el último mes por efectos de las intensas lluvias, que provocaron crecidas de ríos y dos turbiones de lodo. Según un reporte presentado por el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, hasta el sábado se habían registrado cinco fallecimientos y el domingo se sumaron cuatro por una mazamorra en una localidad rural de Cochabamba.
Según el informe de Calvimontes, dos personas murieron arrastradas por una riada en Chuquisaca y un menor de edad perdió la vida tras ser alcanzado por un rayo en el mismo departamento. En Tarija, un adulto mayor murió al caer el muro que bordeaba una quebrada y una niña falleció en La Paz, tras un deslizamiento de tierra en la zona de Bajo Llojeta el 23 de noviembre.
La madrugada del domingo, cerca de las 02:00, un nuevo turbión de lodo se registró en la zona Avisa Central Paractito, en el Trópico de Cochabamba. Según los reportes oficiales, la mazamorra cubrió dos viviendas y provocó la muerte de cuatro ocupantes que no lograron salir: una pareja, su hija y una niña que era vecina de la familia. Las tareas de rescate de los cuerpos y auxilio de los heridos concluyó el domingo al mediodía.
En todos estos eventos más de 200 familias fueron afectadas y sufrieron daños materiales en sus viviendas, explicó Calvimontes.
Investigaciones por deslizamiento en La Paz
La noche del 23 de noviembre en Bajo Llojeta, en La Paz, un deslizamiento de mazamorra sepultó al menos 40 viviendas, causó 20 heridos y la muerte de una niña de cinco años. Si bien las lluvias fueron el detonante del deslizamiento, la Alcaldía de La Paz responsabilizó a una empresa inmobiliaria que estaba realizando movimientos de tierra en el Cementerio Los Andes, en la parte alta de la zona afectada, lo que precipitó la tragedia.
El responsable de la empresa fue aprehendido en Chile y trasladado a Perú, donde las autoridades definirán si lo extraditan a Bolivia que emitió una orden de aprehensión en su contra mientras continúan las investigaciones.
El pasado sábado, el río que bordea Bajo Llojeta volvió a desbordarse tras una intensa lluvia, lo que motivó la evacuación de familias y el cierre de una avenida. El viceministro Calvimontes informó que las viviendas están en riesgo por la inestabilidad de la zona y las complejas condiciones climatológicas en una temporada de lluvias que recién inicia.
Este caso ha puesto en evidencia las consecuencias de las construcciones ilegales, o con permisos de otras alcaldías ante la imprecisión de los límites municipales, en áreas de riesgo.
El del 23 de noviembre fue el cuarto deslizamiento en cinco años en la zona, según una nota del diario El Deber. En 2019 se produjo el denominado ‘megadeslizamiento’ que dejó sin vivienda a 88 familias. En febrero de 2022 ocurrió otro derrumbe, que destruyó una casa y sepultó a una joven de 21 años. Luego, en junio de este año otro deslizamiento en el mismo sector provocó el derrumbe de una casa y en último evento se registró una víctima y se afectaron cerca de 40 casas.
El presidente Luis Arce visitó a los damnificados tras el desastre y pidió una investigación minuciosa para identificar las causas adicionales a la evidente lluvia. “Hay que hacer todas las investigaciones necesarias de esos supuestos movimientos de tierra que han originado esta situación. Esto no puede ser posible, hay que tomar acciones inmediatas”, manifestó el presidente.
Fuera de las investigaciones sobre este caso en particular, los analistas ven que urge tomar medidas de fondo para evitar la recurrencia de estos fenómenos en La Paz: delimitación de límites municipales y rigurosidad en los permisos y control de construcciones en zonas de riesgo.