El ex presidente Evo Morales aseguró este sábado ser “la primera opción” de la gente para las elecciones presidenciales de 2025, pese a que la Justicia ratificó su inhabilitación para postularse como candidato.
El cocalero difundió en las últimas horas una encuesta realizada por el empresario Marcelo Claure, que lo ubica en el primer lugar de intención de votos junto con el opositor Manfred Reyes Villa, actual alcalde de la ciudad central de Cochabamba.
“Esta es la razón por la que nos intentan robar la sigla, nos persiguen con una veintena de juicios, pretenden inhabilitarnos e intentan asesinaros. Estamos primeros en todas las encuestas”, escribió el político junto a los gráficos de barra que le daban a él y a Reyes Villa 18 puntos, frente a los cuatro del presidente Luis Arce.
“Pese a que siempre minimizan nuestro respaldo en los sectores populares y en el campo, somos la primera opción del pueblo para salvar a Bolivia. Seguiremos luchando para impedir que nuestra Bolivia plurinacional siga y caiga en manos de quienes quieren destruirla”, prometió.
Las declaraciones de Morales, sin embargo, se producen en uno de sus momentos más débiles y poco infieren en el desarrollo real del camino hacia los comicios del próximo año.
En el último tiempo, el ex Presidente fue denunciado ante la Justicia por estupro y trata de personas, acusado de fomentar los bloqueos de caminos en el país y, más importante aún, impedido de ser candidato a la presidencia y desplazado de la dirección del MAS, tras casi tres décadas en el cargo.
En definitiva, en días se quedó sin partido y sin candidatura.
A comienzos de noviembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia se pronunció sobre la disputa referente a una reelección de Morales -según las leyes nacionales-, y acabó por definir que dicho escenario no es viable.
En su fallo, el TCP hizo alusión a una opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el tema, un fallo del propio TCP de 2023 y la Constitución, y aseguró que ninguna autoridad puede postularse para un tercer mandato tras haber cumplido dos periodos -ya sea de forma consecutiva o alternada-, que representa -casualmente- el caso del cocalero.
Ya con este anuncio, los esfuerzos de Evo de cara a los comicios, programados para el 17 de agosto, se vieron truncados. Sin embargo, días más tarde, otra noticia empeoró aún más la situación.
El 27 de noviembre, el Tribunal Supremo Electoral puso fin a la disputa al interior del partido político y respaldó al candidato afín a Luis Arce como nuevo líder. Así, la Justicia desestimó el congreso del MAS realizado en Lauca Ñ por los evistas y reconoció, en su lugar, el evento de El Alto, donde Grover García fue elegido para presidir a la agrupación.
Morales y sus abogados desestimaron ambas resoluciones, dado que los magistrados de los casos permanecen en sus cargos gracias a prórrogas emitidas por la imposibilidad de celebrar elecciones judiciales en 2023. Así, consideran que sus definiciones no tienen validez.
En medio de estos cruces, el ex presidente Carlos Mesa se refirió a la situación de Morales y, en un tono tajante, sostuvo que “tiene que entender que su tiempo (en el MAS) se acabó”.
“No tiene derecho constitucional alguno a ser candidato, tiene que responder a acusaciones que no son de carácter político, sino mucho más graves, de carácter moral... tiene que ser juzgado y tiene que aceptar su enjuiciamiento y enfrentarlo con valentía, si la tiene todavía”, dijo esta semana.
(Con información de EFE)