El Instituto Nacional de Estadística (INE) de Uruguay presentará el 10 de diciembre los resultados del Censo 2023, con los que se comprobará que el crecimiento de la población uruguaya está estancado. Los residentes en el país son 3.444.263, lo que significa que el aumento en comparación al 2011 (cuando se hizo el último estudio) fue de solo un 1%. Hay otros fenómenos que surgen del análisis de los datos. Sin la población extranjera (unas 60.000 personas), los habitantes de Uruguay hubieran estado por debajo del Censo de 2011.
“El censo fue uno de los grandes hitos, por la complejidad de la realización de ese operativo y la riqueza de los datos que va a arrojar para el próximo gobierno. Yo diría que va a ser uno de los grandes instrumentos de planificación de políticas públicas del próximo gobierno”, dijo el director del INE, Diego Aboal, en declaraciones consignadas por El País.
Los datos finales concluirán algo que ya ha sido advertido por expertos: el país atraviesa un “declive poblacional”. “Uruguay está en un proceso de transición o de inflexión muy importante. En los últimos tres años hasta el año 2023 hemos tenido más fallecimientos que nacimientos en el país. O sea que estamos en un proceso de crecimiento natural negativo. Esto no había ocurrido antes en la historia del país”, señaló.
Los resultados primarios del Censo 2023 que se presentaron hace un año muestran que en el estancamiento de la población uruguaya se registra otro fenómeno: la cantidad de personas que dejaron el país en los últimos 12 años fueron, al menos, 100.000.
“Los uruguayos nos seguimos yendo. El uruguayo tiene como un componente estructural de querer irse en algún momento. Eso también genera un flujo que (no se compensa) aunque vengan inmigrantes”, analizó entonces la demógrafa Mariana Paredes, entrevistada en el programa Así nos va, de Radio Carve. Si bien el INE no divulgó esas cifras, los demógrafos pueden acceder a ese dato a través de una “ecuación compensadora”.
El demógrafo Martín Koolhaas, que se especializa en temas de inmigración, hizo ese cálculo estimando también la cantidad de uruguayos que retornaron al país en el período y aclaró que es una cifra preliminar. Los estudios de la migración se dividen en cuatro componentes. Uno de los desagregados refiere a la emigración, que “parecería que aumentó bastante” en Uruguay en ese período. En tanto, la “inmigración de retorno” –los uruguayos que vivían en el exterior y volvieron al país– fueron cerca de 40.000 en estos años.
Los datos preliminares indican que los inmigrantes que viven en Uruguay son 61.810. Si se hace un ranking de las llegadas entre 2011 y 2023, lo lideran los venezolanos (27%), seguido de argentinos (22%) y cubanos (20%).
Otra conclusión de los datos primarios del Censo 2023 es que el país se parece cada vez más a una “cáscara”, por la migración interna que existe en el país y que deriva en un crecimiento de los departamentos costeros.
Ciudad del Plata, ubicada en el departamento de San José a 30 kilómetros de Montevideo, tuvo un “crecimiento explosivo” en su población. Este aumento se explica por personas que trabajan en la capital, que se instalaron en ese lugar y viajan todos los días. “Es parte de la zona metropolitana, que estamos acostumbrados a que incluya parte de Canelones, pero también se está extendiendo a San José”, indicó Aboal. El número final de la población de esta zona será sorpresivo.
Otro cambio de tendencia que reflejará el censo será cómo se trasladó la población uruguaya dentro del país, un movimiento que lo convierte en una suerte de “cáscara”. “El mapa de Uruguay en términos de densidad poblacional va a cambiar y va a ser uno de los elementos más interesantes”, dijo el director del INE. “Los bordes pasan a ser más densos y las zonas centrales menos densas. Eso está más marcado hacia el sur”, explicó.