El ex presidente boliviano Carlos Mesa se refirió este jueves a la crisis política que atraviesa el país, en particular a las disputas al interior del Movimiento al Socialismo, e instó a Evo Morales a desistir en su lucha por presidir el partido.
“Tiene que entender que su tiempo se acabó y que, además, tiene que responder a acusaciones que no son de carácter político, sino mucho más graves, de carácter moral, que tiene que ser juzgado, y que tiene que aceptar su enjuiciamiento y enfrentarlo con valentía, si la tiene todavía”, dijo el ex mandatario sobre la situación actual del cocalero, que es cada vez más complicada.
En el último tiempo, Morales fue denunciado ante la Justicia por estupro y trata de personas, acusado de fomentar los bloqueos de caminos en el país, impedido de ser candidato a la presidencia en las elecciones de 2025 y desplazado de la dirección del MAS, tras casi tres décadas en el cargo.
Mientras la causa en su contra avanza en los tribunales, con una inminente orden de aprehensión, lista para ejecutarse, y la tensión se mantiene latente entre el oficialismo y sus seguidores, el cocalero se quedó sin partido y sin candidatura. A comienzos de noviembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) reiteró que “ninguna autoridad electa que hubiera superado dos candidaturas anteriores podrá candidatearse y, menos, ejercer el cargo de Presidente”, lo que, por representar la situación de Morales, lo dejó automáticamente desplazado de la posibilidad de buscar una reelección.
A eso se sumó que, esta semana, el Tribunal Supremo Electoral ratificó la designación de Grover García -un afín a Luis Arce- al frente del partido, poniendo fin a la lucha que durante meses libró contra el gobernante y que acabó también perdiendo.
En este contexto, Mesa insistió, durante su participación en la segunda edición del Foro Latinoamericano de las Ideas (FLI), que “el futuro político de Evo Morales debería ser irse a su casa, porque no tiene derecho constitucional alguno a ser candidato”.
A continuación, cargó también contra los miembros que sí están vigentes dentro del masimso -especialmente a Arce y sus seguidores- y los responsabilizó por la “gravísima crisis macroeconómica, estructural, institucional, política y social” que atraviesa el país desde hace años.
En una definición metafórica de la situación de Bolivia, el político opositor sostuvo que “el MAS es una enfermedad muy grave que el país está enfrentando y el virus que lo expresa tiene dos caras: Luis Arce, por un lado, y Evo Morales, por el otro”. Es por ello que es fundamental que las fuerzas políticas se unan y trabajen en la construcción de “un proyecto alternativo”, agregó.
La oposición “puede ganar perfectamente” las elecciones presidenciales de 2025, siempre y cuando no llegue a esta instancia “fragmentada” y sin una “figura sólida”. “Su unidad es un imperativo, no una opción, porque no nos podemos dar el lujo, en un momento como este, de desaprovechar la oportunidad de caída brutal y evidente, ineluctable, del modelo económico y la división interna del MAS”, apuntó al respecto.
(Con información de EFE)