Durante los dos primeros días de Yamandú Orsi como presidente electo de Uruguay comenzó una danza de nombres por la conformación de su gabinete. El mandatario –que asumirá el 1° de marzo– solo anunció durante la campaña a Gabriel Oddone como ministro de Economía y para definir al resto de los secretarios de Estado deberá hacer un equilibrio entre los distintos sectores que integran la coalición de izquierda Frente Amplio.
Por estos días surgieron listas de nombres de los posibles designados para encabezar los ministerios, que ha sido seguida con atención por todo el sistema político, los sindicatos y el empresariado. En este último caso, hay un puesto al que esperan con más interés aún: el del ministro de Trabajo.
En particular, los empresarios están atentos a si quien encabeza esa secretaría de Estado –clave para la definición de las pautas salariales (paritarias)– es un nombre afín al PIT-CNT, la central sindical de Uruguay. El recuerdo de los 15 años de gobierno del Frente Amplio (entre 2005 y 2020) está latente: la relación durante estos tres tramos fue tensa.
“La nominación del ministro es clave. Para determinar si se sigue invirtiendo en la industria, si se para o si se mira a la región, o si se incentiva la inversión para nuevas instalaciones”, declaró al diario El Observador el presidente de la Cámara de Industrias, Fernando Pache.
El representante de la gremial considera que es clave saber que las acciones que llevará adelante el próximo gobierno no se definirán en conjunto con el PIT-CNT. “El país ya vivió esto durante 15 años y no queremos repetirlo”, señaló.
La tensión fue tal en los gobiernos del Frente Amplio que los empresarios presentaron una queja ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que todavía no se ha levantado.
Dos de los hechos más controversiales se dieron durante el primer gobierno del Frente Amplio. En 2006, el presidente Tabaré Vázquez reguló la ocupación de los lugares de trabajo como ejercicio del derecho de huelga. Sobre el cierre de su mandato, en tanto, aprobó la ley de Negociación Colectiva para el sector privado. Estas dos decisiones fueron descriptas por el PIT-CNT como conquistas de los trabajadores.
Si bien no hay ninguna definición oficial, el nombre que se ha manejado extraoficialmente para el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) es el del secretario general del Partido Comunista, Juan Castillo. De confirmarse, se trataría de un secretario de Estado cercano al movimiento sindical.
Pero más allá de la expectativa que hay en el sector industrial por el nombramiento del ministro, Pache destacó que Orsi tiene una postura favorable a la industria y a los puestos de trabajo que genera en el sector. “Apostamos a tener un muy buen diálogo, sensato y fluido, y nos podemos a la orden para trabajar en ese sentido”, señaló.
En la Confederación de Cámaras Empresariales también siguen atentos las definiciones del gabinete. “Un cambio de gobierno siempre genera expectativas, más si es un cambio de signo político. Uruguay tiene una tradición de continuar las políticas exitosas a lo largo de los gobiernos. Hay expectativas de trabajar juntos”, dijo el presidente de esa agrupación de gremiales, Diego O’Neill, al noticiero Telemundo de Canal 12.
El empresariado apuesta a que se reduzca el gasto público y el déficit fiscal, que se avance en desregulaciones y que se logren acuerdos en educación y seguridad.
Pese a la incertidumbre que genera la designación del ministro de Trabajo, el ministro de Economía designado por Orsi es un economista cercano al empresariado. Tiene ideas de izquierda, pero es resistido por algunos sectores del Frente Amplio. Hasta que se jubiló por cumplir 60 años, fue uno de los principales socios de la consultora CPA Ferrere. Es doctor en economía y ha sido consultor del Banco Interamericano de Desarrollo, del Banco Mundial, de CAF-Banco de Desarrollo para América Latina y del Programa de Desarrollo de América Latina.