El ex presidente brasileño Jair Bolsonaro calificó este lunes de “livianas” las acusaciones de golpismo en su contra, formuladas por la Policía Federal. En sus declaraciones, el ex mandatario sembró dudas sobre la Justicia brasileña y las investigaciones que lo vinculan a una presunta trama golpista.
Bolsonaro, quien regresó a Brasilia tras varios días en el noreste del país, rechazó las imputaciones, argumentando que “un golpe de Estado es una cosa seria” y que, en su opinión, “nadie va a dar un golpe con un general de la reserva y media docena de oficiales”.
La denuncia contra Bolsonaro se refiere a su presunta participación en la organización de un intento para derrocar al presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva tras su victoria en las elecciones de 2022.
El ex jefe de Estado, sin embargo, sostuvo que “por mi parte, nunca hubo discusión sobre un golpe”, aunque aclaró que exploró “todas las medidas posibles dentro de la Constitución” sin ofrecer detalles adicionales. También rechazó la idea de que su discurso o sus seguidores estuvieran vinculados a intentos de desestabilizar el gobierno de Lula.
Además de Bolsonaro, otras 36 personas, incluidos ex ministros de su gobierno y altos oficiales militares, han sido denunciadas por delitos como “abolición violenta del Estado Democrático de Derecho” y “golpe de Estado”.
Las penas por estos delitos podrían llegar a los 30 años de prisión.
El ex presidente se mostró indignado por la gravedad de las acusaciones y denunció que el proceso está siendo manipulado bajo la conducción del juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes. Según Bolsonaro, el caso está “viciado” y se tramita bajo secreto de sumario para que se puedan modificar las circunstancias de la investigación según el criterio del juez.
En relación con los eventos ocurridos el 8 de enero de 2023, cuando miles de sus seguidores invadieron las sedes de los tres poderes en Brasilia, Bolsonaro negó que estos actos fueran parte de un plan golpista.
“Nadie da un golpe de Estado un domingo con personas que estaban con la Biblia debajo del brazo”, dijo, al referirse al perfil de los manifestantes, a quienes describió como pacíficos.
Bolsonaro también volvió a cuestionar el proceso electoral de 2022, en particular el papel del Tribunal Superior Electoral (TSE), presidido por De Moraes en ese momento.
A su juicio, el TSE favoreció de manera parcial a Lula, lo que influyó en el resultado electoral. Este argumento ha sido recurrente desde su derrota, y, en consecuencia, Bolsonaro fue inhabilitado hasta 2030 por deslegitimar las instituciones democráticas del país y difundir teorías sobre fraudes electorales.
Audios filtrados
Una serie de grabaciones de audio de finales de 2022 que han sido filtradas dejan ver que miembros de alto rango del Ejército de Brasil sopesaron formas de presionar a Bolsonaro para que diera un golpe de Estado y permaneciera en el poder.
Los 53 audios, obtenidos por la Policía Federal y a los que tuvo acceso The Associated Press el lunes, ofrecen una inusual oportunidad de escuchar a miembros militares expresando de propia voz su deseo de impedir que el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva asumiera el cargo.
El juez del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes, que supervisa la extensa investigación de la policía, citó algunos de esos audios en su fallo de la semana pasada, en el cual ordenó la detención de cinco personas por conspirar para asesinar al entonces presidente electo Lula en 2022 y luego intentar destituirlo del poder el 8 de enero de 2023, cuando los partidarios de Bolsonaro vandalizaron edificios gubernamentales en la capital Brasilia.
Audios de un ex oficial del ejército —que no estaba entre los que De Moraes ordenó arrestar la semana pasada— respaldan particularmente el dar un golpe de Estado.
El coronel Roberto Raimundo Criscuoli, ex subcomandante de las fuerzas especiales del Ejército, le dijo al general de brigada retirado Mario Fernandes —quien entonces era el segundo al mando en la secretaría general de la presidencia— que el gobernante derechista tenía una opción clara después de que Lula ganara su tercer mandato no consecutivo.
“Será una guerra civil ahora o una guerra civil más tarde. Tenemos ahora una justificación para la guerra civil; la gente está en las calles, tenemos un apoyo masivo”, dijo Criscuoli en uno de los audios. “Hagámoslo ahora. Habla con el 01″.
El 01 es una referencia común al presidente de Brasil.
(Con información de EFE y The Associated Press)