El líder del Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia, Grover García, dejó la puerta abierta para negociar con el ex presidente Evo Morales, si bien ha evitado referirse a él de manera concreta. “Nosotros vamos a cumplir con mandar invitaciones a todos”, dijo este lunes.
“Nosotros vamos a convocar a las organizaciones sociales, tenemos que reconducir a la unidad. Él es parte de las organizaciones de las seis federaciones del Trópico”, dijo Grover, cuyo liderato del partido ha sido validado por el Tribunal Constitucional, en medio de la disputa interna con la facción ‘evista’.
“Vamos a convocar a todos los militantes para concluir en una unidad”, remarcó García en una entrevista para Radio La Razón en donde señaló que ante la nueva situación del MAS es necesario “un proceso de transición”, aunque esperará hasta la última decisión que han de tomar las autoridades electorales.
García hace referencia así a la respuesta que ha de dar la Justicia electoral al fallo del Constitucional que avaló el congreso del MAS celebrado en El Alto, en el que se le reconoció como líder de la formación, en detrimento de la designación de Morales en un encuentro paralelo celebrado en localidad de Lauca Ñ.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) tiene hasta el 27 de noviembre para acatar el fallo del Constitucional y reconocer el congreso del MAS, así como la designación de García como líder del partido.
En un encuentro este fin de semana, Morales planteó a sus seguidores la posibilidad de formar otro partido debido a estas diferencias aparentemente irreconciliables. “Nos están tratando de quitar ilegal e inconstitucionalmente nuestra sigla. ¿Qué hacemos?”, se preguntó el ex presidente boliviano.
Morales aseguró que “con apoyo de Estados Unidos” Arce intenta acabar con el MAS, que es el “movimiento político más grande del país”. En ese sentido, advirtió que en caso de ser así, “no hay partido de izquierda en Bolivia”, recogieron varios medios locales.
“Será Lucho, el imperio, los gringos o los comentarios de algunos periodistas que intentan dividir; se equivocan, al Trópico de Cochabamba no nos van a dividir ni sindicalmente ni electoralmente”, enfatizó Morales, quien acusó a Arce de urdir un “autogolpe” el pasado mes de junio para reforzar su imagen.
Morales también aprovechó para señalar al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, por estar supuestamente detrás de la crisis política de 2019, que le obligó a marcharse del país entre acusaciones de fraude electoral.
Además del fallo del TSE que le saca del primer puesto de poder del MAS, la Justicia boliviana también le ha inhabilitado para presentarse a las elecciones que previsiblemente se celebrarán en mayo de 2025 al establecer que sólo se puede ejercer un mandato por dos periodos continuos o discontinuos.
Ante el desgaste de un Morales que insiste en ser candidato, los fallos de la Justicia y el fracaso de los bloqueos y movilizaciones de semanas atrás, entre sus propios seguidores crece el debate sobre si seguir con esta estrategia, o buscar una alternativa, por ejemplo, en el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez.
(Con información de Europa Press)