El militar Walter Braga Netto, aliado de Jair Bolsonaro durante su presidencia, negó este sábado la existencia de un plan golpista que buscara impedir la asunción de Lula da Silva y contemplara el asesinato de otros políticos brasileños, tal como sostiene la Policía en la investigación que entregó esta semana a la Justicia.
“Nunca se trató de un golpe (de Estado) y, mucho menos, de un plan para asesinar a alguien”, escribió en sus redes sociales el ex Ministro de Defensa del mandatario ultraderechista y su candidato a la vicepresidencia en las elecciones de 2022.
Braga Netto fue uno de los 37 nombres que figuran en los documentos que, el jueves pasado, la Policía de Brasil entregó al Supremo Tribunal Federal (STF) en el marco de las investigaciones por los incidentes ocurridos tras las elecciones en las que Lula venció ante Bolsonaro. Específicamente, los oficiales presentaron cargos contra el grupo por los delitos de intento de abolición del Estado democrático de derecho, intento de golpe de Estado y organización criminal tras la evaluación de evidencias y testimonios de individuos cercanos al plan.
Según la investigación, Bolsonaro mantuvo reuniones con oficiales de las Fuerzas Armadas, ministros de su Gobierno y asesores en el Palacio de la Alvorada, en las que evaluaron la posibilidad de llevar a cabo un golpe de Estado, asesinar a Lula y al vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, y crear un comité de crisis integrado por militares.
Esta versión fue respaldada por las declaraciones de miembros del Ejército como el general Marco Antonio Freire Gomes y el brigadier Carlos de Almeida Baptista Jr., que aseguraron haber sido convocados a estos encuentros en los que se consideró emitir actas golpistas en las que se mencionaban todas las acciones que se podrían tomar para impedir la investidura, como la aplicación de una Garantía de Ley y Orden (GLO) o decretos de Estado de Defensa o de Estado de Sitio.
Sin embargo, estas iniciativas se vieron frustradas ante la falta de apoyo del ala militar a Bolsonaro, que se negó a poner a sus tropas a disposición, con excepción de la Marina.
“Después de que el presidente de la República, Jair Bolsonaro, considerara la posibilidad de atentar contra el régimen democrático por medio de algunos institutos previstos en la Constitución, el entonces comandante del Ejército, general Freire Gomes, dijo que si intentaba tal acto tendría que arrestarlo”, dijo al respecto Baptista durante su presentación ante la Justicia.
A pesar de estas pruebas, tanto el ex mandatario como Braga Netto desmienten la existencia de dichos planes y aseguran que se trata de una persecución política impulsada por el juez Alexandre de Moraes.
Braga Netto fue “uno de los pocos, entre civiles y militares, que mantuvo su lealtad al presidente Bolsonaro hasta el final del Gobierno” y siempre se guió por “la corrección ética y moral en la búsqueda de soluciones legales y constitucionales”, sostuvo su defensa antes de confiar en que, con el debido proceso, se “aclarará la verdad de los hechos”.
Bolsonaro, por su parte, fue más tajante al reaccionar ante la acusación de la Policía y denunció que “De Moraes lleva toda la investigación, ajusta las declaraciones, detiene sin quejas, realiza una pesca de pruebas y tiene consejos muy creativos... hace todo lo que la ley no dice”.
(Con información de EFE)