La empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) pronostica apagones en cerca de la mitad de Cuba (49,8%) durante el horario de mayor demanda en la tarde-noche de este sábado como reflejo de la grave crisis energética por la que atraviesa el país caribeño.
Esta semana se registró la mayor tasa de afectación en lo que va de año con casi el 52% del país a oscuras, según la compañía del Ministerio de Energía y Minas.
La UNE prevé para la tarde-noche de esta jornada una capacidad máxima de generación eléctrica de 1.565 megavatios (MW) para una demanda que alcanzará los 2.980 MW.
El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 1.415 MW y la afectación -los circuitos que se desconectarán realmente para evitar cortes desordenados- alcanzará los 1.485 MW en el horario pico.
Tras este 52 % de déficit, la mayor tasa hasta el momento en 2024 en condiciones ordinarias fue la anunciada el pasado 17 de octubre, con cerca del 51%.
Al día siguiente una avería en la termoeléctrica Antonio Guiteras generó un apagón en todo el país, el primero de los dos registrados este año y que duró unos tres días.
El paso del huracán Rafael apenas tres semanas después llevó a la segunda desconexión completa del Sistema Energético Nacional.
La red eléctrica cubana permanece en un estado precario por la carencia de combustible -fruto de la falta de divisas para importarlo- y las averías de las centrales termoeléctricas con más de 4 décadas en explotación.
Los frecuentes apagones impactan negativamente la economía y atizan el descontento social, visible en la migración masiva de los últimos años y en las protestas registradas desde 2021.
Por su parte, en este contexto de profunda crisis, la isla también sufrió numerosos sismos en las últimas semanas.
El Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais) de Cuba registró el pasado jueves un sismo perceptible de magnitud 4,0 en la escala de Richter en la provincia de Granma (oriente), el segundo movimiento en tres días.
El temblor ocurrió a las 8:17 hora local (13:17 GMT) y su epicentro se ubicó a 19 kilómetros al sureste del municipio granmense de Pilón. Se trata de la localidad más cercana en la que se originó el sismo del martes, de 4,2 grados, así como los dos de gran intensidad (6,4 y 6,7 grados) del pasado 10 de noviembre.
De acuerdo con el comunicado del Cenais, el sismo fue perceptible en varias localidades de Granma.
El extremo este de la isla, que ha acumulado tres sismos en los últimos días que han dejado fuertes daños en su infraestructura, aún se recupera de la severa embestida del huracán Óscar -hace tres semanas- y de intensos temporales de lluvias.
El saldo de Óscar fue de ocho muertos y dos desaparecidos, numerosas inundaciones, pérdidas en la agricultura, derrumbes parciales y totales a las viviendas, comunidades que quedaron incomunicadas por varios días, más graves afectaciones al servicio de electricidad, entre otros estragos.
Por su parte, los dos sismos de magnitud 6 y 6,7 grados han dejado 10 personas heridas y más de 8.600 viviendas dañadas, de ellas 156 con derrumbes totales y casi 6.000 con afectaciones menores, de acuerdo con un informe preliminar del Ejecutivo del pasado viernes.
Cuba registró en 2023 un total de 7.475 sismos, de los cuales 14 fueron perceptibles, indicó el resumen anual del Cenais. Las magnitudes oscilaron de entre menos de 3 hasta 5,9 en la escala abierta de Richter.
La falla geológica Oriente, la principal zona de actividad sísmica en Cuba, marcó el mayor número de sismos en el país caribeño en el pasado año. Cerca del 70 % de los sismos se reportan en esta falla, ubicada a lo largo de la costa sureste de la isla.
La combinación de los daños provocados por los sismos del 10 de noviembre y por los huracanes Óscar y Rafael -6 de noviembre- han dañado a la ya débil economía cubana y han dado pie a que el régimen de Miguel Díaz-Canel asuma una nueva contracción de su PIB en 2024, la segunda caída consecutiva de su economía.
(Con información de EFE)