Una mujer denunció que habían secuestrado a su esposo pero llevaba dos días de juerga en un night club

Tras gastar más de USD 15 mil un amigo llamó al local y le dijeron que estaba “comiendo cazuela”

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El administrador del local esgrimió tres boletas que justificaron su gasto y desmintieron el secuestro.
El administrador del local esgrimió tres boletas que justificaron su gasto y desmintieron el secuestro.

Un insólito hecho se registró el fin de semana pasado en el night club “Herencia de Papá”, ubicado en pleno centro de la ciudad de Talca (256 kms al sur de Santiago), cuando una mujer denunció ante carabineros que su marido llevaba dos días secuestrado en dicho centro recreativo y que entre los trabajadores le habían robado nada menos que $15 millones (USD 15,300).

Sin embargo, una vez apersonados en el lugar, los uniformados pudieron corroborar que nadie había retenido por la fuerza al cliente, y que los $15 millones estaban perfectamente justificados en tres boletas de $5 millones cada una.

Muy tranquila y respetuosamente, según quedó expuesto en una transmisión en vivo consignada por la radio local FMMAS, el administrador del local desmintió rotundamente la denuncia y explicó lo que realmente había sucedido.

“Este joven es cliente habitual. Llegó con dramas con la señora, carreteó dos días, se fue al hotel, volvió, siguió carreteando, pagó todo y después apareció la señora con esta historia del secuestro. ¡Por favor! Si estaba comiéndose una cazuela y pasándolo bien aquí adentro. Todo fue un malentendido, pero acá nunca hubo secuestro ni robo”, aseguró.

Y acto seguido esgrimió los documentos que acreditaban su versión.

Fueron tres boletas de $5 millones cada una. El hombre gastó $15 millones en buena forma, pero inventaron que acá lo secuestramos, que lo drogamos, y nada que ver. Él estaba feliz.”

Consultado acerca de por qué no había dejado de venderle alcohol y servicios al empedernido juerguista, el encargado retrucó, no sin justa razón: “No voy a echar a un cliente porque venga a gastar $10 o $100 millones. ¡Yo pago mis impuestos! ¿Cómo no lo voy a atender?”

Quien dio el dato de dónde se encontraba el hombre en cuestión fue un amigo que llamó al local preguntando si lo habían visto por ahí.

“Está acá, tranquilo, comiéndose una cazuela. No está curado ni nada. Solo está evitando llegar a la casa”, fue la honesta respuesta del gerente.

Una vez que carabineros revisó las boletas y comprobó que no existía secuestro ni robo alguno, llegó la esposa, quien se lo llevó con viento fresco de vuelta al hotel donde pernoctaban.

Sin embargo, el único reportero que cubrió la hilarante noticia pudo comprobar que el protagonista de este entuerto no pagó toda su consumición, por lo que es muy probable que vuelva de nuevo al “Herencia de Papá”, al menos a pagar lo que quedó debiendo.

– De hecho quedó hasta debiendo...

– ¿Moroso?

– ¡Moroso!

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