Las múltiples amenazas legales que amenazan el futuro de Jair Bolsonaro

El ex presidente brasileño Jair Bolsonaro ha sido blanco de investigaciones desde sus primeros días en el cargo, y la avalancha de casos desde su fallida campaña de reelección en 2022 lo ha dejado en un peligro legal cada vez más profundo.

En la última acusación formal del jueves, se le acusó de intentar un golpe de Estado para mantenerse en la presidencia. En otro caso, el tribunal electoral dictaminó que el líder de extrema derecha no podía postularse a un cargo hasta 2030.

Existen decenas de investigaciones más que podrían derivar en cargos penales en tribunales de menor nivel, donde podría apelar cualquier condena eventual. Pero la Corte Suprema del país tendrá la última palabra en más de cinco investigaciones en profundidad, incluida la relativa al supuesto intento de golpe de Estado, que podría llevar al ex presidente a la cárcel o a arresto domiciliario.

Bolsonaro ha negado haber actuado mal en todos los casos y sus aliados han alegado que se trata de persecución política, aunque han reconocido la gravedad de los riesgos legales en múltiples frentes.

A continuación, un vistazo a las mayores amenazas y su situación actual:

La policía federal acusó el jueves a Bolsonaro y a otras 36 personas de supuestamente intentar un golpe de Estado para mantenerse en el cargo tras su derrota en las elecciones de 2022. La acusación está sellada, pero entre otras cosas las autoridades habían estado investigando si incitó al motín del 8 de enero de 2022 en el que sus seguidores saquearon la Corte Suprema y el palacio presidencial en la capital, Brasilia.

Estado: La policía envió sus hallazgos al Tribunal Supremo de Brasil, que los remitirá al fiscal general Paulo Gonet, quien o bien acusará formalmente a Bolsonaro y lo someterá a juicio, o bien desestimará la investigación.

En junio, el máximo tribunal electoral de Brasil dictaminó que Bolsonaro utilizó los canales de comunicación del gobierno en una reunión con diplomáticos para promover su candidatura a la reelección y sembrar desconfianza sobre los resultados de la votación. El caso se centró en una reunión del año anterior, durante la cual Bolsonaro utilizó a funcionarios del gobierno, el canal de televisión estatal y el palacio presidencial en Brasilia para decir a los embajadores extranjeros que el sistema de votación electrónica del país estaba manipulado. El fallo lo dejó inelegible para el cargo hasta 2030, aunque ha insistido en que se presentará a las elecciones de 2026.

El tribunal también determinó que Bolsonaro abusó de su poder durante las festividades del Día de la Independencia de Brasil, un mes antes de las elecciones. El fallo no agregó años a la inelegibilidad de Bolsonaro, pero redujo las probabilidades de éxito de cualquier apelación. Un tercer caso también está pendiente en la corte.

Estado: la apelación de Bolsonaro contra la decisión inicial fue denegada.

Bolsonaro ha sido acusado de ordenar a un funcionario que manipulara una base de datos de salud pública para que pareciera que él y su hija de 12 años habían recibido la vacuna contra la COVID-19 para eludir los requisitos de entrada a Estados Unidos. Durante la pandemia, se opuso a la vacuna, calificó la decisión de recibir la inyección como una cuestión de libertad personal y ha dicho repetidamente que nunca lo hizo.

La Policía Federal acusó a Bolsonaro de asociación para delinquir y de inserción de datos falsos en registros públicos, delitos que conllevan penas máximas de 4 y 12 años de prisión, respectivamente. Se trata de su primera imputación desde que dejó el cargo.

Estado: la Corte Suprema de Brasil envió la acusación al fiscal general, quien está sopesando si utilizarla para presentar cargos. Los medios locales informaron que el fiscal estaba tratando de consultar a las autoridades estadounidenses sobre si Bolsonaro utilizó el documento falsificado para ingresar al país, y que de haberlo hecho, podría resultar en una acción legal en Estados Unidos.

La Policía Federal ha investigado si Bolsonaro ordenó a los funcionarios contrabandear joyas de lujo valuadas en millones de dólares a Brasil desde Arabia Saudita y Bahréin, y luego actuó para evitar que se incorporaran a la colección presidencial y, en cambio, conservar la propiedad para sí mismo.

Los investigadores citaron a Bolsonaro para interrogarlo en abril y agosto de 2023. El ex mandatario ha devuelto las joyas en cuestión.

Estado: la Policía Federal acusó a Bolsonaro de lavado de dinero y asociación para delinquir, según una fuente con conocimiento de las acusaciones. Una segunda fuente confirmó la acusación, aunque no especificó por qué delitos. Ambos hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar públicamente.

La Policía Federal de Brasil investiga a Bolsonaro por incitar a cometer delitos contra la salud pública durante la pandemia de COVID-19, entre ellos alentar a la gente a no usar mascarillas y generar alarma sobre el peligro inexistente de que las vacunas aceleren el desarrollo del sida. Una comisión de investigación del Senado también pasó meses investigando sus acciones y decisiones durante la pandemia y recomendó nueve cargos penales.

El ex fiscal general de Brasil Augusto Aras, considerado por muchos como un aliado de Bolsonaro, decidió no presentar cargos en base a las conclusiones de los legisladores, que han instado al sucesor de Aras a reabrir el caso.

Estado: la investigación está en curso.

En 2020, la Corte Suprema de Brasil ordenó una investigación sobre una red que supuestamente difundía noticias falsas difamatorias y amenazas contra los jueces de la Corte Suprema. La investigación ha dado como resultado el encarcelamiento de legisladores del círculo del ex presidente y allanamientos en las casas de sus partidarios. En 2021, Bolsonaro fue incluido como objetivo.

Como consecuencia de esa investigación, la Policía Federal también está investigando si un grupo que opera dentro del palacio presidencial de Bolsonaro produjo contenido en las redes sociales destinado a socavar el Estado de derecho. El grupo, supuestamente integrado por asesores y el hijo político de Bolsonaro, ha sido ampliamente descrito como una milicia digital y “el gabinete del odio”.

Estado: ambas investigaciones están en curso.

(Con información de AP)