Ecuador atraviesa una de las peores crisis ambientales de los últimos años debido a la proliferación de incendios forestales que han afectado a varias provincias. Las condiciones climáticas, producidas por altas temperaturas y una prolongada sequía, han facilitado la propagación de incendios que han consumido miles de hectáreas a escala nacional. En total, se han registrado más de 3.100 incendios en lo que va del año, con impactos severos en ecosistemas como el Parque Nacional Podocarpus, en Loja, y el Parque Nacional Cajas, en Azuay, ambos al sur del Ecuador. Estos parques protegidos albergan biodiversidad única y son fuentes vitales de agua para comunidades rurales.
La crisis en estas provincias ha movilizado a diversas instituciones nacionales y locales, con un énfasis en la articulación del trabajo entre el Cuerpo de Bomberos, las Fuerzas Armadas y la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE). Un reciente comunicado de la SNGRE indicó que: “Mediante la gestión de la Cancillería, se ha coordinado el apoyo del Gobierno del Perú y la embajada italiana, complementando con recursos aéreos para atender la emergencia. Al momento se encuentran trabajando 8 helicópteros; 4 en Loja y 4 en Azuay. 3 son de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, 1 del Ejercito Ecuatoriano, 2 del gobierno del Perú, 1 Aeropolicial y 1 de empresa privada gestionado por la embajada italiana. Todos equipados con “Bambi Buckets”, y ya han realizado 240 descargas en Azuay (142.700 litros de agua) y 26 descargas en Loja (59.100 litros de agua)”.
En Loja, uno de los incendios más preocupantes sigue activo en Fierro Urco una zona clave para el abastecimiento de agua en las parroquias de San Lucas y San Pablo de Tenta. Según reportes de La Hora, las llamas han destruido más de 1.500 hectáreas. Otro foco crítico se ubica en la parroquia de San Pedro de Vilcabamba, donde el fuego ha arrasado 3.661 hectáreas, poniendo en peligro la Reserva de Biosfera del Parque Nacional Podocarpus. Ante esta situación, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Cantonal de Paltas declaró en emergencia a la parroquia Lauro Guerrero desde el 13 de noviembre.
En Loja y Azuay, la emergencia ha movilizado varios recursos. La SNGRE ha confirmado la participación de helicópteros ecuatorianos y peruanos, estos últimos enviados como parte de un esfuerzo de cooperación internacional. Las aeronaves están equipadas con bambi bucket, lo que permite realizar descargas de agua en puntos de difícil acceso. Además, un equipo de los bomberos de Quito han viajado a la zona con otro bambi bucket con capacidad para 480 litros.
En Cuenca, provincia de Azuay, la situación es también crítica. El Parque Nacional Cajas, una de las áreas protegidas más importantes del país, enfrenta un incendio que avanza rápidamente debido a los fuertes vientos. Las primeras alertas se emitieron el 9 de noviembre, cuando las llamas comenzaron a consumir el bosque en la parroquia Chaucha. Desde entonces, el fuego se ha expandido hacia zonas clave dentro del parque. El alcalde de Cuenca, Cristian Zamora ha señalado que, gracias a gestiones con la Cancillería, se ha asegurado la llegada de una aeronave peruana, con otra más prevista para el 18 de noviembre, con el objetivo de reforzar las labores de extinción.
Los incendios no solo han dejado un saldo de destrucción ambiental, sino que también han afectado a sus habitantes. En Loja, la mala calidad del aire ha obligado a suspender varios eventos públicos, incluyendo desfiles y la sesión solemne por la Independencia de la ciudad. Sobre la urbe se extiende una densa capa de niebla provocada por el humo de los incendios.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI) mantiene la alerta naranja en varias provincias, advirtiendo sobre el alto riesgo de nuevos incendios hasta el 19 de noviembre. Mientras tanto, el Gobierno Nacional ha intensificado las acciones de coordinación y asistencia, convocando sesiones extraordinarias del Gabinete Sectorial en Loja y Cuenca para evaluar y mitigar los impactos de esta emergencia ambiental.
Esta no es la primera vez que Perú asiste a Ecuador en la extinción de incendios forestales. En septiembre, las Fuerzas Armadas del Perú respondieron a un gran incendio en Quilanga, Loja, con descargas de agua a través de la intervención de helicópteros MI-17 con capacidad de 3.000 litros cada uno y aviones SPARTAN con una capacidad de 5000 galones por descarga. En aquella ocasión, cuando las llamas consumieron más de 7.000 hectáreas, también las fuerzas militares de Colombia colaboraron.