Los líderes del G20 abren este lunes una cumbre en Rio de Janeiro bajo presión para lograr un acuerdo en la COP29, en un contexto mundial de fuertes divisiones por las guerras de Ucrania y Gaza y la próxima vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca.
Los dirigentes de las principales economías, que representan el 85% del PIB mundial y el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero, buscarán avanzar en particular en el financiamiento de la lucha contra el cambio climático.
El objetivo es dilucidar cómo financiar un billón de dólares anuales de ayuda climática para los países en desarrollo, para permitir construir centrales solares, invertir en irrigación o proteger ciudades contra las inundaciones.
La Unión Europea es el primer contribuidor mundial, pero en periodos de austeridad se muestra reacia a aumentar sus presupuestos internacionales.
A continuación el minuto a minuto de las noticias más destacadas de la cumbre del G20 en Brasil:
El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se dispone a anunciar un compromiso “histórico” para reponer el fondo de la Asociación Internacional de Fomento del Banco Mundial destinado a los países más pobres del mundo, declaró el lunes el asesor adjunto de seguridad nacional de Estados Unidos, Jonathan Finer.
Finer dijo a periodistas en una sesión informativa sobre la cumbre del G20 en Río de Janeiro que Biden también lanzará una asociación bilateral de energía limpia cuando se reúna con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva el martes.
El presidente Xi Jinping se reunió el lunes con el primer ministro británico Keir Starmer en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, Brasil, informó la emisora estatal china CCTV.
Es la primera reunión bilateral entre líderes de ambos países desde que Xi mantuvo conversaciones con Theresa May en febrero de 2018.
Starmer dijo al reunirse con Xi el lunes que “una relación sólida entre el Reino Unido y China es importante para ambos países”, informó la agencia de noticias británica PA Media. Previo al encuentro, Londres había confirmado que los líderes sostendrían reuniones “pragmáticas”.
Las relaciones entre China y el Reino Unido se han tensado en los últimos años debido a disputas sobre acusaciones de espionaje, derechos humanos y el endurecimiento del control de Beijing sobre la antigua colonia británica de Hong Kong.
Sin embargo, China y el Reino Unido siguen siendo socios comerciales importantes y ambos son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
La reunión se produce mientras los líderes del grupo G20 de las principales economías mundiales se reúnen en Brasil para discutir la lucha contra la pobreza, el aumento de la financiación para el clima y otros temas de interés multilateral.
La ONU pidió el lunes a los delegados de la COP29 de Bakú dejar de hacer “teatro” y encontrar un acuerdo para las finanzas en la lucha climática, aunque las miradas se centran en el impulso que pueden dar los dirigentes del G20 reunidos en Rio.
“Dejemos de hacer teatro y vayamos al grano”, declaró el jefe del organismo de la ONU para el clima, Simon Stiell, en la reanudación de las negociaciones en la capital de Azerbaiyán.
Los ministros de Medioambiente llegaron el lunes a Bakú para intentar acelerar las conversaciones y evitar un fiasco al término de la conferencia, previsto el viernes, tras una primera semana con un resultado casi nulo, según la opinión general.
“Esta reunión llega a un momento crítico: estamos a mitad de la COP29 y empiezan las verdaderas dificultades”, advirtió el presidente de la COP29, el azerbaiyano Mujtar Babayev.
El G20, que acaba de comenzar hoy en Río de Janeiro, se inicia con la alarmante denuncia de Intelis, la Unión de Profesionales de Inteligencia del Estado de ABIN, la agencia de inteligencia brasileña. En un comunicado publicado tras el atentado del pasado miércoles frente al edificio del Tribunal Supremo en Brasilia en el que murió el atacante, la dirección de Intelis denuncia, entre otras cosas, una “baja participación efectiva de la ABIN en el G20 por limitaciones presupuestarias”. Esto se debe, dicen los profesionales de inteligencia, a que está en marcha un “desmantelamiento” de su agencia, que “vive actualmente un escenario alarmante que complica cada vez más la misión de garantizar la seguridad y la soberanía de Brasil”.
Los líderes de las naciones del G20 comienzan a llegar al Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, donde se celebrará la cumbre de este lunes y martes.
El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, expresó este lunes su expectativa de que los países miembros lleguen a un acuerdo sobre la autorización para que Ucrania utilice armas europeas en ataques contra territorio ruso.
“He dicho una y otra vez que Ucrania debería poder utilizar las armas que le proporcionamos no solo para detener las flechas sino también para poder alcanzar a los arqueros”, señaló Borrell antes de una reunión en Bruselas con los ministros de Asuntos Exteriores de la UE. “Espero que los Estados miembros estén de acuerdo”, agregó.
En la misma línea, el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Noel Barrot, indicó que el uso de misiles de largo alcance contra Rusia es una opción que su gobierno considera viable. “Hemos dicho que es una opción que consideraríamos si permite ataques contra objetivos desde los cuales Rusia agrede al territorio de Ucrania”, afirmó Barrot.
El presidente argentino, Javier Milei revisará cada uno de los párrafos del último borrador del comunicado final del G20 de Brasil antes de firmar al pie de página. Si el texto diplomático violenta su perspectiva personal e ideológica sobre la agenda del desarrollo sustentable, el cambio climático, la guerra en Ucrania y la crisis en Medio Oriente, no firmará el comunicado del G20 y habrá una crisis inesperada en el foro multilateral.
Milei no tiene intenciones de fracturar el G20 para deteriorar su papel institucional en el escenario global, como sugieren desde hace días caracterizados voceros del gobierno de Lula da Silva.
Al contrario, el presidente argentino considera que el G20 cumple un papel en el tablero internacional, pero exige que Brasil no use la agenda del G20 para fortalecer su política doméstica en detrimento de los intereses permanentes de todos los socios de la cumbre multilateral.
(Enviado especial a Rio de Janeiro, Brasil) Lula da Silva negocia contra reloj con el G7 -Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Reino Unido y Japón- para encontrar una salida a la crisis causada por su propuesta de comunicado final que era muy blando con Rusia y crítico in extremis con Israel.