Bolivia enfrenta desafíos para controlar la producción de hoja de coca excedentaria. Según datos oficiales, en lo que va del año, se erradicaron más de 8.000 hectáreas de plantaciones ilegales pero se observa un incremento significativo de aumento de cultivos, tanto en zonas prohibidas como autorizadas.
Según el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Jaime Mamani Espíndola, los cultivos se incrementaron un 70% en el departamento de La Paz y más del 76% en la región del trópico de Cochabamba, lo que complica las estrategias para contener la producción excedentaria, por lo que pidió a los productores a intensificar el control social para evitar el crecimiento ilegal.
“Exhortamos a nuestros hermanos productores de la hoja de coca, por la imagen de las seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, por la imagen de nuestro país, poder permitir que se continúe con los trabajos de racionalización de cultivos de hoja de coca para que no exista incremento de cultivo”, dijo Mamani.
Las tareas de erradicación se concentraron en los departamentos de Santa Cruz, Cochabamba y La Paz. La Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) realizó los operativos e informó que el 92% de la erradicación se produjo en zonas no autorizadas, mientras que el restante 8% fue racionalizado en áreas permitidas. Con esas cifras, el país cumple con el 80% la meta anual de erradicación de 10.000 hectáreas. La estrategia no solo busca equilibrar el mercado interno, sino también fortalecer la posición de Bolivia en el ámbito internacional como un actor comprometido con la lucha contra el narcotráfico.
Santa Cruz lidera las cifras de erradicación con 4.319 hectáreas eliminadas, seguido de Cochabamba con 2.247 hectáreas, y La Paz con 1.462 hectáreas.
En Bolivia hay un consumo cultural y medicinal de la hoja de coca. La ley establece que se pueden realizar cultivos en 22.000 hectáreas para consumo tradicional local. Las tareas de erradicación se realizan en regiones no demarcadas, en las regiones donde hay producción excedentaria y en parques nacionales.
Para este año, el Gobierno dispuso de 114 millones de bolivianos (equivalente a 16,2 millones de dólares) destinados para la instalación de 21 campamentos en La Paz y Cochabamba, y además del desplazamiento de 2.019 efectivos de las Fuerzas Armadas, la Policía Boliviana y civiles.
Resistencia en áreas protegidas
El viceministro Mamani denunció que las labores de erradicación enfrentaron desafíos en algunos parques nacionales, como Isiboro Sécure y Carrasco, donde los comunarios obstaculizaron el trabajo del equipo de la FTC.
De acuerdo con el reporte anual del Monitoreo de cultivos de coca en Bolivia realizado en 2022 por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), los cultivos de hoja de coca estaban presentes en seis áreas naturales protegidas, lugares donde la producción de esta planta es ilegal: el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (Tipnis) y los parques nacionales Amboró, Carrasco, Cotapata y Madidi, además del Área Natural de Manejo Integrado, Apolobamba. También hay registros de plantaciones en la Reserva Natural El Choré.
En febrero de este año, el viceministro Mamani dio inicio a las tareas de erradicación y se fijaron la meta de declarar “cero cultivos” en áreas protegidas. De momento, solo se ha informado sobre ese hito en el Parque Nacional Amboró, donde se erradicaron 919 hectáreas ilegales, según informó el ministro de Gobierno (Seguridad), Eduardo del Castillo.
Pese a las dificultades que señala la FTC, los trabajos de erradicación avanzan en la Reserva Forestal El Choré, que según el Gobierno pronto será declarada libre de cultivos de coca.