La dictadura de Daniel Ortega ejecuta una nueva ola de detenciones y destierros políticos en Nicaragua, que alcanzó esta semana al menos a tres músicos, a un obispo de la iglesia católica y a un periodista.
El obispo de Jinotega y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), monseñor Carlos Herrera, fue detenido y expulsado del país el martes pasado por las autoridades nicaragüenses, unos días después de criticar el bullicio que organizó el alcalde de la ciudad de Jinotega en las afueras de la iglesia, mientras se realizaba la misa del domingo.
“Pedimos perdón de nuestras faltas y también por aquellos que no respetan el culto. ¿Verdad? Porque este es un sacrilegio lo que está haciendo el alcalde y todas las autoridades municipales, porque saben la hora de la misa”, dijo monseñor Herrera, de 75 años, durante su sermón, cuando el alcalde de Jinotega, Leónidas Centeno, colocó parlantes con música a alto volumen y promovió bailes frente a la iglesia a la hora de la homilía.
Fuentes de la iglesia católica confirmaron que monseñor Herrera fue detenido mientras asistía una reunión de los obispos de la CEN en Managua. Luego fue llevado al aeropuerto y desterrado a Guatemala.
La plataforma digital Mosaico informó que monseñor Herrera se encuentra alojado por ahora en una residencia de la Orden de Frailes Menores en Guatemala.
La expulsión del obispo Herrera abre un nuevo capítulo en la guerra que la dictadura de Ortega mantiene contra la iglesia católica de Nicaragua, a quien culpa de apoyar las protestas ciudadanas que se realizaron en 2018.
El régimen de Nicaragua ha desterrado a 261 religiosos, según el conteo que lleva la abogada Martha Patricia Molina, autora de las investigaciones periódicas “Nicaragua: Una iglesia perseguida”.
Entre los religiosos desterrados se encuentran cuatro obispos, un nuncio (embajador de El Vaticano),141 sacerdotes y 99 monjas. Antes del obispo Herrera, obispo de la Diócesis de Jinotega, fueron desterrados monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa; Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua; e Isidoro Mora, obispo de Siuna.
Uno de los casos más emblemáticos de la represión a la iglesia católica en Nicaragua lo protagonizó el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien permaneció 512 días detenido, la mayoría de ellos en mazmorras en régimen de aislamiento y castigo, hasta que finalmente fue desterrado hacia El Vaticano el 13 de enero de 2024.
Músicos desterrados
El pasado lunes, los músicos de Masaya Nieves Martínez, Dagoberto Palacios y Juan Pablo Rosales fueron detenidos por el régimen de Daniel Ortega, y luego desterrados a España la tarde del miércoles 13 de noviembre, según informaron medios locales.
Los artistas permanecieron en la cárcel conocida como El Chipote, aparentemente acusados de pertenecer a un grupo de WhatsApp y hacer planes de grabar una canción navideña con el reconocido cantautor nicaragüense Carlos Mejía Godoy, quien se encuentra en el exilio, informo el diario La Prensa.
“Un capitán de la Policía del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, dio a escoger entre 10 años de cárcel o el destierro a España”, le relató al medio una fuente cercana a los músicos.
Las autoridades nicaragüenses le exigieron a los artistas firmar una carta de consentimiento, les entregaron 500 dólares a cada uno para cumplir el requisito de ingreso que pide España, y boletos aéreos con ruta Managua-El Salvador-Bogotá-Madrid.
“Estimado gobierno, queremos viajar a España para poder continuar nuestros estudios musicales”, dice la carta firmada, de acuerdo con la fuente del diario nicaragüense.
“Como todo lo hicieron a la carrera, sin consultar con las autoridades españolas, en el aeropuerto los agentes de Migración del régimen encargados del plan de viaje, se percataron que a los nicaragüenses al llegar a España les exigen presentar dinero en efectivo, una carta de invitación y una reserva de hotel, entonces para resolver el asunto le entregaron a cada artista 500 dólares ‘en concepto de viático’ y les dijeron que si España no los recibía, a Nicaragua no podían volver”, añadió la fuente.
El 12 de abril de 2022, la dictadura nicaragüense capturó y expulsó del país a los también músicos Josué Monroy Ortega, vocalista y guitarrista de la banda Monroy & Surmenage, Leonardo Canales Vega, músico y productor musical de La Antesala y al matrimonio de Xóchitl Tapia, y Salvador Espinoza, propietarios de Saxo Producciones.
Una vez en el exilio Monroy Ortega declaró a la plataforma Confidencial que la captura y expulsión se produjo como consecuencia de una canción relacionada a las protestas ciudadanas de 2018 que ejecutaron por la madrugada durante un concierto, realizado 10 días antes de su detención.
Periodista preso
Esta semana se conoció también la captura del periodista Elsbeth D’Anda, director del programa La Cobertura, transmitido en Canal 23.
La organización nicaragüense en el exilio Abogados Defensores del Pueblo denunció que el periodista fue detenido el pasado 27 de octubre, luego de realizar un programa donde se hablaba del encarecimiento de los alimentos básicos.
“El costo de la canasta básica, la carestía de la vida e información relacionada a cuando los trabajadores reciben su aguinaldo, los comerciantes, no todos, suben los precios de la canasta básica y, aparentemente, esto molestó al gobierno de Nicaragua, que ordenó la captura del periodista”, señaló la organización a través de un mensaje difundido en redes sociales.
Según el abogado José Antonio López, de Abogados Defensores del Pueblo, la captura de D’Anda se produjo cuando al menos cinco patrullas y unos 20 agentes, entraron a la vivienda sin presentar orden de captura y tampoco de allanamiento, inmovilizaron al periodista, lo esposaron y lo subieron a un vehículo particular.