Un nuevo episodio de violencia alarmó a los habitantes de Manta, en la provincia de Manabí. Romina Villavicencio, prima del fallecido líder de Los Choneros, Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, fue asesinada la mañana del jueves 14 de noviembre de 2024. El ataque ocurrió mientras la víctima trasladaba a su hija de seis años a la escuela
El hecho se registró en la antigua vía al aeropuerto, a una cuadra del estadio Jocay. Villavicencio, de 38 años, fue interceptada por dos sicarios que se movilizaban en una motocicleta. Los sujetos dispararon contra el vehículo en el que la mujer viajaba junto a su hija y otros familiares, detalló Sebastián Redrobán, subjefe de la Policía en Manta, a Televicentro.
En el ataque, la niña fue alcanzada por una bala en el brazo y trasladada de inmediato al hospital Rodríguez Zambrano, donde los médicos informaron que su condición es estable, según informó Primicias. Las otras dos personas que se encontraban en el vehículo, la hermana de Villavicencio y su sobrina, resultaron ilesas, recogió el medio.
“Fue un ataque dirigido, aunque todavía se desconocen las causas específicas del crimen”, señaló Redrobán. Las autoridades han iniciado las investigaciones para determinar los motivos y los autores materiales del asesinato, que apunta a ser un ajuste de cuentas vinculado al entorno criminal del extinto líder de Los Choneros. Según Primicias, la Policía continúa recabando indicios para esclarecer este violento suceso, que dejó a una menor herida y a una familia devastada.
¿Quiénes son Los Choneros?
En Puerto Arturo, cantón Chone, Manabí, Jorge Bismark Véliz España, conocido como alias Teniente España o Chonero, fundó una de las bandas más grandes y violentas de Ecuador: Los Choneros. A inicios de los 2000, Véliz España identificó en el tráfico de drogas desde los puertos marítimos una oportunidad para consolidar sus actividades delictivas. Según un informe de la Policía Nacional, esta organización, que inicialmente se dedicaba al microtráfico, se convirtió en una de las primeras bandas estructuradas del país.
Para 2003, Los Choneros ya controlaban las rutas del narcotráfico en la subzona de Manabí, asegurándose del traslado de estupefacientes desde Colombia hasta la costa ecuatoriana. Insight Crime detalla que para 2011, la organización había extendido su poder tanto dentro como fuera de las prisiones, manejando redes de extorsión y coordinando asesinatos a sueldo. Este crecimiento marcó el auge de Los Choneros como una fuerza dominante en el narcotráfico nacional.
En 2007, tras el asesinato de Véliz España, la banda quedó bajo el mando de Jorge Luis Zambrano González, alias JL o Rasquiña. Previamente, en 2005, ambos habían sido detenidos por narcotráfico. Sin embargo, bajo la dirección de Rasquiña, Los Choneros diversificaron sus actividades criminales, involucrándose en extorsión, robo, tráfico de armas y sicariato, según datos policiales.
Rasquiña fortaleció la relación de la banda con Washington Prado Álava, alias Gerald, considerado el mayor narcotraficante de Ecuador. Insight Crime indica que Los Choneros se convirtieron en el grupo armado de Gerald, protegiendo sus cargamentos desde la frontera con Colombia y a lo largo del territorio ecuatoriano. La conexión con alias Gerald se consolidó gracias a la intervención de Adolfo Macías, alias Fito, quien cayó preso desde 2011 y se fugó de la prisión en enero de 2024.
Durante el liderazgo de Rasquiña, Los Choneros lograron reclutar más integrantes y establecer alianzas con otras bandas, como Los Tiguerones de Esmeraldas, Los Lobos de Azuay, El Oro y Santo Domingo, y Los Chone Killer de Durán. Según la Policía Nacional, estas subestructuras operaban bajo la autoridad de Rasquiña, lo que garantizaba la paz entre las organizaciones.
Sin embargo, este equilibrio se rompió con el asesinato de Rasquiña en diciembre de 2020, en un centro comercial de Manta. Su muerte desató una guerra entre las subestructuras de Los Choneros, que se negaron a aceptar el liderazgo de Fito y Junior Roldán, alias JR, quienes asumieron el control de la banda tras su muerte.
Los Chone Killer, Los Lobos, Los Pipos y Los Tiguerones, antiguas subestructuras de Los Choneros, se distanciaron de Fito y JR. Las tensiones aumentaron al punto de que ambos líderes fueron acusados de conspirar para asesinar a Rasquiña y consolidar su poder dentro de la organización. Esta ruptura marcó el inicio de violentos enfrentamientos entre bandas, que continúan afectando la seguridad en Ecuador.
El legado criminal de Los Choneros, nacido en las costas de Manabí, ha dejado una profunda huella en el país, convirtiéndose en un símbolo de la lucha por el control del narcotráfico en Ecuador y la región.