Un hombre se suicidó este miércoles detonando un explosivo en la puerta del Tribunal Supremo de Brasil, tras no conseguir acceder al interior de la alta corte, en un ataque de aparente motivación política.
La explosión frente a la sede del Supremo, que no causó más víctimas, estuvo precedida de otra detonación de unos explosivos colocados en el interior de un automóvil aparcado en la calle, al lado de un edificio anexo a la Cámara de los Diputados.
Francisco Wanderley Luiz, de 59 años, fue identificado por la Policía Civil del Distrito Federal (PCDF) como el responsable del incidente.
Luiz, un ex candidato a concejal por el Partido Liberal (PL), agrupación liderada por Jair Bolsonaro, en Rio do Sul, Santa Catarina, falleció en el lugar tras la detonación de su propio vehículo. El hombre tenía antecedentes de comportamientos controvertidos. Por ejemplo, fue acusado de propagar el COVID-19 durante la pandemia por organizar fiestas masivas en el establecimiento Tenda Park, en la mencionada Rio do Sul.
En redes sociales utilizaba el pseudónimo “Tiu França”, compartía mensajes políticos cargados de amenazas e incluso anticipaba su intención de realizar un ataque. El contenido en redes indicaba una narrativa de radicalización contra instituciones políticas y figuras públicas de Brasil.
Francisco Luiz, quien en las elecciones de 2020 obtuvo solo 98 votos para el cargo de concejal, mantenía un perfil público con publicaciones marcadas por un discurso de odio hacia ciertas figuras y una retórica de confrontación.
En un mensaje reciente publicado en WhatsApp y en Facebook, Luiz sugirió una amenaza de bomba, diciendo a sus seguidores que podrían “celebrar la verdadera proclamación de la República” y advirtiendo que “el juego solo termina el 16/11/2024″.
En otro mensaje, amenazó directamente a personalidades políticas como José Sarney, Geraldo Alckmin, Fernando Henrique Cardoso, y al periodista William Bonner, describiéndolos como “viejos asquerosos”.
Además, con una fotografía tomada en el pleno del STF, Luiz expresó su desprecio hacia la institución, criticándola con la frase: “Dejan entrar al zorro en el gallinero. O no saben el tamaño de la presa o es simplemente una estupidez”.
Según la Policía, estas publicaciones forman parte de una serie de mensajes que anticipaban su intención de realizar ataques con explosivos.
En respuesta a los estallidos, el Supremo emitió un comunicado en el que confirmó que, tras la sesión del miércoles, dos fuertes estruendos provocaron la evacuación inmediata de los ministros y del personal como medida de precaución.
La seguridad del Tribunal colaboró con las autoridades locales para investigar lo sucedido y garantizar la protección en el edificio.
El secretario de Seguridad del Distrito Federal, Sandro Avelar, declaró el cierre inmediato de la Explanada de los Ministerios como medida preventiva, añadiendo que una fuerza especial del batallón del Policía Militar había sido desplegada para asegurar el perímetro y examinar la zona.
Medios locales detallaron que Luiz vestía un llamativo traje verde decorado con símbolos de naipes en el momento de las explosiones.
La apariencia excéntrica del fallecido fue uno de los primeros elementos en ser registrados por testigos en el lugar de los hechos.
La Policía Civil también documentó que el rostro y la mano derecha de Luiz quedaron completamente desfigurados por el impacto de los explosivos, y sus restos fueron hallados esparcidos a metros del epicentro de la explosión.
El incidente, que destaca por la combinación de violencia y una carga simbólica en las redes sociales, ha generado una investigación exhaustiva sobre la radicalización de Luiz y sus motivaciones políticas.