Una mujer boliviana perdió la vida por una intoxicación luego de haber ingerido 94 cápsulas con droga para transportarlas en su organismo. La víctima viajaba desde Cochabamba a Santa Cruz en un bus junto a su hermano, cuando se reventó una de las cápsulas, según informó a la prensa local el fiscal asignado al caso, Ismael Palenque.
El cuerpo fue trasladado a la morgue municipal de La Pampa de la Isla, en Santa Cruz de la Sierra, donde se realizó la autopsia en presencia de agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn). La mujer era de escasos recursos y madre de dos niños que quedaron en orfandad.
Durante su declaración, el hermano de la víctima expulsó 20 cápsulas que dieron positivo al análisis de clorhidrato de cocaína, por lo cual fue imputado por el delito de tráfico de sustancias controladas y se dispuso su aprehensión inmediata.
El joven reveló que cada uno había recibido 1.000 bolivianos a cambio de llevar la droga, una cifra equivalente a 142 dólares al tipo de cambio oficial. “Desgraciadamente, observamos que muchas veces personas humildes son utilizadas para este tipo de delitos, exponiéndolos a graves riesgos por una paga mínima”, indicó el fiscal Palenque.
Este es el tercer fallecimiento por la misma causa que se hace público en los últimos meses en Bolivia.
En agosto falleció una mujer que tenía 24 cápsulas con droga en el estomágo y pretendía llevarlas a Brasil. La mujer había logrado llegar hasta la frontera pero sintió fuertes dolores y decidió regresar a Santa Cruz de la Sierra. A medio camino, en la localidad de Puerto Pailas, se descompensó y fue llevada por su esposo a un hospital al que llegó sin signos vitales.
Otro caso ocurrió el 31 de octubre cuando la víctima, una mujer de 30 años, quedó varada en un bloqueo en la localidad de San José de Chiquitos. Había ingerido 72 cápsulas de cocaína y fue encontrada inconsciente dentro de un autobús parado en la carretera. Pese a los esfuerzos por reanimarla en el hospital, la mujer falleció. La autopsia posterior reveló que tenía cápsulas de cocaína en el estómago y que una se había reventado.
Estos casos ponen en evidencia la existencia de redes de narcotráfico que utilizan a mujeres de escasos recursos para el traslado de droga y los riesgos extremos a los que las exponen mediante métodos peligrosos como el transporte interno de sustancias ilegales.
Según datos de la Secretaría Nacional de Políticas Penales del Brasil, en 2022 había 91 mujeres bolivianas en prisiones de Brasil detenidas por tráfico de drogas. “La droga no es de ellas, sino de alguien que las contrata para pasarla. En el puesto fronterizo Esdras, entre Brasil y Bolivia, durante el primer semestre de 2023, fueron realizadas 12 aprehensiones de droga. Podría asegurar que la mitad fueron mujeres bolivianas usadas como mulas”, manifestó Erivelto Alencar, el jefe de la Secretaría de Ingresos Federales de Brasil en la ciudad de Corumbá, al periodistas del diario español El País.
Estos datos y la recurrente pérdida de vidas a causa del tráfico interno de drogas, expone la necesidad de reforzar las estrategias de lucha contra el narcotráfico así como ofrecer alternativas viables para quienes se ven forzadas a participar en estas actividades ilegales por falta de recursos económicos.