“Mega engaño”: el Servicio del Consumidor chileno cuestionó una “máquina milagrosa” que promete curar el cáncer y el VIH

El Sernac denunció ante el Ministerio Público a quienes comercializan la “Aether 5.0″, cuyo valor bordea los USD 500

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El artefacto provocaría “reacciones químicas beneficiosas”, cuestión que carece de comprobación científica según el Sernac.
El artefacto provocaría “reacciones químicas beneficiosas”, cuestión que carece de comprobación científica según el Sernac.

El Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) denunció ante el Ministerio Público por “mega engaño” a quienes estén detrás de la comercialización de una “máquina milagrosa” llamada “Aether 5.0″, la que promete remediar enfermedades como el cáncer, la psoriasis y hasta el VIH, dolencias que actualmente no tienen cura.

El artilugio es un dispositivo electrónico que se vende en redes sociales por $500 mil (poco más de USD 500), el que mediante interacción de electrones permitiría “reacciones químicas beneficiosas”, cuestión que carece de comprobación científica, según el organismo que vela por los consumidores chilenos.

“Recuperación de lesiones como fracturas, protege y repara el cuerpo del cáncer, ayuda con la depresión, produce mejoras significativas en personas con VIH, reduce e incluso cura los tumores; y reduce y hasta cura la psoriasis”, reza el aviso.

“Es importante recordar que la publicidad falsa o engañosa tiene una multa de hasta casi $100 millones (USD 101,000). En caso de que las cualidades de productos o servicios afecten la salud o la seguridad de la población o el medio ambiente, las infracciones podrían ser de hasta $150 millones (USD 152,000)”, aseguraron desde el Sernac.

“Muchas de estas enfermedades aún no cuentan con una cura, pese a cientos de estudios que se han hecho por largos años en el mundo de la medicina como, por ejemplo, el cáncer, el VIH o la psoriasis”, recalcaron.

“Todas las personas tienen el derecho de creer en conceptos como las “energías” o en prácticas alternativas (carta astral, horóscopo, etc). Sin embargo, cuando un producto se promociona con propiedades terapéuticas o sanitarias, como es este caso, la legislación exige que se demuestre científicamente su efectividad para la salud antes de su comercialización”, remataron desde el Servicio.

Su inventora

La acusación apunta directamente a Daniela Maribel Muñoz, una contadora de profesión y emprendedora por vocación, de 34 años, oriunda de Huepil, en la comuna de Tucapel (508 kms al sur de Santiago), quien construyó la máquina. En entrevista con el matinal de CHV, la mujer defendió su invento y dijo haber vendido una 30 unidades, logrando ganancias que bordean los $15 millones (USD 15,200).

“Yo me basé en una investigación en base a doctores, D’Arsonval o Nikola Tesla, patentes que yo leí, en base a eso investigué, y sobre fotografías de imágenes antiguas”, explicó Muñoz, asegurando que “para patentar la máquina no hacen falta ensayos clínicos, pero sí bibliografía”.

Ello, puesto que “no es un medicamento, es un aparato de electroterapia y tiene componentes electrónicos, no de consumo”, sostuvo.

“Tengo el certificado del Seremi de Salud, y tengo el certificado que dice que ellos no regulan estos aparatos. Yo me basé en (mi propia) investigación”, argumentó.

Finalmente, la excéntrica empresaria dijo que está esperando que los organismo correspondientes ratifiquen su patente para llevar su creación a las universidades.

“Yo no dije que esto iba a curar el cáncer, yo dije que ‘esto servía para combatir o tratar esto’, pero no reemplaza un tratamiento médico. Yo me baso en lo que dice la gente. Nunca dije 100% que esto iba a curar el cáncer”, señaló enfática.

“Mi intención no fue engañar a nadie, siento que soy un bien para mejorar la vida de las personas. Estoy abierta a que hagan las investigaciones que tengan que hacer”, remató.

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