El régimen de Cuba confirmó la detención arbitraria de un número indeterminado de personas debido a lo que calificaron como “alteraciones del orden” en el marco de las protestas que surgieron a raíz del apagón generalizado provocado por el huracán Rafael.
Las detenciones ocurrieron mientras gran parte del país recuperaba la electricidad, y coinciden con denuncias de organizaciones de derechos humanos sobre citatorios y arrestos en estaciones de policía en La Habana, Mayabeque y Ciego de Ávila.
En un comunicado, la fiscalía cubana señaló que en esas zonas del país “se tramitan procesos penales por delitos de atentado, desórdenes públicos y daños”, sin precisar el número de detenidos ni más detalles sobre las circunstancias de los arrestos.
Según la dictadura, los detenidos permanecerán bajo “prisión provisional” debido a actos de “agresión hacia autoridades e inspectores” que, de acuerdo con el comunicado, provocaron “lesiones y alteraciones del orden”.
Los arrestos ocurren en un contexto de creciente tensión en la isla, donde el colapso del sistema eléctrico tras el huracán Rafael generó apagones de casi dos días, agravando la situación de desabastecimiento y precariedad en la que viven muchos cubanos.
La ONG Cubalex, con sede en Miami, reportó que al menos ocho personas fueron arrestadas en la población de Encrucijada, en la provincia de Villa Clara.
“Confirmamos detenciones arbitrarias en Encrucijada tras las protestas pacíficas del 7 de noviembre contra los prolongados cortes de electricidad. Hasta el momento, al menos ocho personas permanecen detenidas”, denunció.
Entretanto, la organización Justicia 11J informó este sábado que más de diez personas en Guanabacoa, en la periferia de La Habana, fueron citadas por la policía debido a su participación en las protestas.
La ONG señaló en su cuenta en X que “continúan la persecución a personas residentes en la capital” y detalló que los citatorios están relacionados con protestas documentadas por ellos mismos.
A mediados de octubre, el dictador Miguel Díaz-Canel arremetió contra quienes protestaron durante otro colapso eléctrico causado entonces por falta de combustible y problemas en la principal termoeléctrica del país.
En aquella ocasión, Díaz-Canel afirmó que los manifestantes “actúan bajo las orientaciones que les dan los operadores de la contrarrevolución cubana desde el exterior” y advirtió que serían procesados “como corresponde con el rigor que contemplan las leyes revolucionarias”.
El huracán Rafael, de categoría 3, impactó la región occidental de la isla el pasado miércoles, dejando severos daños materiales y desconectando el sistema eléctrico nacional.
Las provincias más afectadas fueron Artemisa y Pinar del Río, que hasta el sábado continuaban sin servicio eléctrico. En La Habana, la electricidad se restableció en el 82 % de los circuitos, y en el resto del país, 13 de las 15 provincias ya contaban nuevamente con electricidad, aunque la reconexión avanzaba lentamente.
Los apagones en Cuba, que suelen durar días, afectan de manera crítica los servicios de agua, gas y refrigeración de alimentos. Estas interrupciones de servicios básicos han sido un factor de gran malestar en la población y ya provocaron históricas manifestaciones el 11 de julio de 2021.
La infraestructura eléctrica enfrenta graves problemas debido al deterioro de las centrales termoeléctricas, muchas de las cuales tienen más de 40 años y sufren fallos constantes. Además, la disminución de importaciones de crudo desde Venezuela, principal aliado de Cuba, ha agravado la crisis.
Derrumbes, destrozos y miles de evacuados por el huracán Rafael
Mientras el huracán Rafael se alejaba de Cuba hacia el Golfo de México, la isla intentaba recuperarse del devastador paso del ciclón por su región occidental.
En La Habana, una de las regiones más afectadas, el amanecer trajo un cielo nublado y lluvias intermitentes que caían con violencia, mientras los residentes enfrentaban las secuelas de una madrugada marcada por fuertes ráfagas de viento.
La capital mostró un escenario de calles bloqueadas por árboles caídos, postes eléctricos en el suelo y algunos edificios derrumbados, según constató la agencia de noticias AP.
José Ignacio Dimas, residente de Centro Habana, relató el impacto de la tormenta: “Se cayó toda la pared frontal del edificio, la que da a la calle”, expresó al llegar a su hogar tras una guardia nocturna en la universidad.
Dimas, quien vive solo, agregó que la estructura “estaba muy mal, se filtraba agua, yo me temía que este desastre pasaría algún día”. En el barrio, sus vecinos le informaron que tres adultos y dos niños que vivían en el mismo edificio fueron evacuados, aunque no sabe a dónde, ya que los teléfonos no funcionaban.
La preocupación de autoridades y residentes por La Habana Vieja y Centro Habana responde al crítico deterioro de sus edificaciones. El miércoles pasado, el régimen cubano informó que unas 50.000 personas habían sido evacuadas en La Habana, 13.000 en Villa Clara y otros miles en Sancti Spíritus, Mayabeque, Artemisa, la Isla de la Juventud y Pinar del Río, muchas de ellas procedentes de zonas bajas o con viviendas en mal estado.
(Con información de EFE, AFP y The Associated Press)