Bolivia dio a conocer este jueves su inflación acumulada entre enero y octubre de este año, así como sus estimaciones para los restantes meses, que se ubican ya en el doble de su proyección. Según el Ministerio de Planificación del Desarrollo, en los 10 meses de 2024, el país reportó una inflación del 7,26% mientras que, para diciembre, se calcula que se ubicará en 7,94 por ciento.
El Estado, sin embargo, había proyectado una cifra considerablemente menor, de 3,6% para todo el período en curso.
Solo en octubre, el aumento fue de 1,64% y representó la suba más alta en todo el año. De este número, “1,45 puntos porcentuales estarían explicados solamente por los efectos negativos del bloqueo de 24 días” que encabezan los seguidores del ex presidente Evo Morales en las principales rutas del país, explicó el titular del Ministerio, Sergio Cusicanqui.
De hecho, según precisó, los alimentos fueron los productos cuyos precios más aumentaron en las últimas semanas, debido a la escasez que se generó por las dificultades para abastecer de estos productos a todo el país. A nivel nacional, el alza fue del 3,6% para el sector aunque, a nivel interno, la cifra fluctuó: en Cochabamba -el corazón de los bloqueos- la suba fue de 2,6%, seguido de Oruro, donde se ubicó en el 2%, y el conurbano de La Paz, con el 1,8 por ciento.
Así, por ejemplo, en el bastión de Morales, el kilo de carne de pollo pasó de los USD 2,4 a los USD 3,4 en apenas días -es decir, una diferencia del 34%-; el kilo de tomate, de USD 0,75 a USD 1 -un 46%-, y la carne de res, un 20% en general.
Otras zonas, sin embargo, se vieron afectadas de manera contraria, por la abundancia de productos que no podían ser comercializados. Este es el caso de Santa Cruz, el departamento con mayor desarrollo agropecuario, donde la sobreproducción llevó a que los precios se desplomaran. Allí, la carne de pollo cayó un 20% mientras que la de res, un 4 por ciento.
Tras difundir estas cifras, Cusicanqui aseguró que la situación se restablecerá una vez finalizada la acción de fuerza de Morales y sus seguidores, aunque advirtió que ello tomará tiempo. “Nosotros tenemos la experiencia de que, después del bloqueo que se tuvo entre enero y febrero (...) el retorno paulatino a la normalidad nos ha tomado alrededor de tres semanas. Eso es lo que (...) queremos acelerar”, sostuvo.
Como parte de esta voluntad de agilizar la mejora de la economía y la situación de los comerciantes, el presidente Luis Arce convocó a representantes de los sectores agropecuarios, transportistas e industriales a una mesa de trabajo para discutir el “abastecimiento de combustibles y alimentos” y buscar soluciones.
En tanto, las organizaciones sociales al cocalero, que levantaron algunos cortes “por razones humanitarias”, advirtieron con una “rebelión indígena” si el Gobierno no instala mesas de diálogo y libera a los detenidos durante los operativos de desbloqueo de las últimas semanas. “Queremos ser claros en que los procesos judiciales que han activado contra Ponciano (Santos), Juan Enrique Mamani, Humberto Claros, deben cesar porque caso contrario está prevista en 72 horas la rebelión indígena en Bolivia”, advirtió el dirigente David Veizaga.
(Con información de AFP)