El guacamayo Rosendo era uno de los animales exóticos que vivía en el Bioparque de Melo (Cerro Largo, en el noreste de Uruguay. La especie había sido parte de un decomiso de fauna exótica que había realizado la Aduana uruguaya hace tres años, según informó el Canal 12 de esa ciudad. Con el paso del tiempo se volvió una de las atracciones del lugar.
El responsable del bioparque, Luis Vescia, declaró que probablemente el animal fue traído desde Brasil y Paraguay, consignó El Observador.
La reserva estuvo cerrada este lunes, cuando un grupo de personas llegó al lugar, ingresó rompiendo el candado y se llevó al animal. Una llamada alertó a la Policía Municipal sobre lo que había pasado y los efectivos comenzaron una insólita persecución.
Los medios locales informaron que los ladrones se escondieron entre los árboles de un monte nativo de la zona. E incluso uno de los ladrones –el que llevaba al animal– se tiró al Arroyo Conventos al intentar escapar. Allí soltó al guacamayo y se fue nadando. “El animalito cayó al agua también y fue rescatado por los gurises. Fijate vos que el bichito estaba en shock y nadó todo lo que pudo hasta llegar a la orilla”, señaló el director de la Policía Municipal, José Luis Medeiros, a Cerro Largo Portal.
Los policías incluso llegaron a agarrarlo, pero el animal les clavó las garras y los picó. “Están picados, pero contentos, porque logramos salvar al loro y controlar la situación que nunca imaginamos”, sostuvo.
El animal fue devuelto sano al bioparque, lo que generó el alivio de los funcionarios del lugar.
Algo que los responsables descartaron en un primer momento fue que el animal haya escapado volando. “Los tiempos de recuperación en estos casos son muy largos y no siempre se logra el mejor resultado. Si el guacamayo pudiera volar, no habría nadado en el arroyo cuando lo soltaron”, dijo Vescia.
El medio local describe que el animal tiene un “plumaje llamativo” y tiene un carácter “bastante social”.
En el momento del robo, el funcionario que estaba trabajando en esa zona estaba haciendo tareas de mantenimiento y era un joven sordo mundo. Al ver lo que acontecía, entró en pánico, pero le prestó su celular a una persona para que llamara a la policía.
Las incautaciones de animales exóticos son noticias de forma frecuente en Uruguay. En agosto, el Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) había expresado preocupación por la llegada de animales desde Argentina. “Lo que no paramos de incautar en los pasos de frontera son perros cachorros, que por la diferencia cambiaria que tenemos con Argentina la gente los compra mucho más barato”, expresó la presidenta del INBA, Marcial del Campo, en una conferencia de prensa.
Además de ser ilegal, el ingreso de animales desde otro país va en contra del Plan Nacional de Control Reproductivo que diseñó el INBA, a través del que procura frenar el “crecimiento descontrolado” de los gatos y perros en el país. “Hay un poco de falta de conciencia de la pata sanitaria, además de que es contrabando, por supuesto. Cada uno de nosotros cree que una acción que hace no va a contribuir a nada, pero cada acto de esos (cuenta)”, alertó.
En marzo de 2023, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca decidió matar a 272 animales incautados por tráfico ilegal, informó La Diaria. Habían sido encontrados hacinados en cajas. Primero fueron trasladados a un bioparque para que transcurra la cuarentena y, los que continuaban en malas condiciones, murieron. Entre los animales había loros, lagartos, cotorras, tortugas, cacatúas, gargantillos, canarios, mirlos, agapronis, soldaditos, erizos y un estornino.