Las autoridades de la educación de Uruguay han recibido en las últimas semanas noticias que, aunque eran previsibles, no dejan de impactar: la lista de colegios privados que cerrará sus puertas a partir de 2025 sigue en aumento. La baja natalidad genera que el país tenga cada vez menos niños y que se genere un efecto cascada a medida que avanzan los grados escolares.
Son al menos seis los colegios que informaron de su cierre completo y otra institución más que reportó el fin de sus cursos en educación secundaria, informó El Observador. El principal motivo detrás de estas decisiones es la baja de las inscripciones y la caída de la matrícula de las instituciones educativas.
Este problema no solo afecta a los colegios de la capital uruguaya sino también a los del interior del país, donde hay una alta cantidad de instituciones católicas. La Fundación Sophia –una red de apoyo a colegios de la Iglesia Católica– informó del cierre de cinco colegios: uno en Montevideo (Cristo Divino Obrero) y cuatro en el interior del país (Sagrado Corazón de Jesús en Colonia; el colegio San José de Canelones; Virgen de las Flores de Flores; y María Auxiliadora de Rocha).
La vocera de la institución, Verónica Assandri, explicó a La Diaria: “La baja natalidad afecta a todo el sistema educativo, cada vez hay menos ingresos en los grados más bajos y en algunas zonas de la escuela pública es más fuerte, porque la propuesta es de ocho horas y las familias lo prefieren.
“Para nosotros esto es realmente difícil, son decisiones que nunca imaginamos estar tomando, porque nacimos para rescatarlos, sostenerlos y hacerlos viables. Entonces, es como una renuncia a nuestro propio objetivo, pero también tenemos mucha esperanza de seguir apostando a futuro por los que quedan”, dijo Assandri, en referencia a que la Fundación Sophia surgió como una forma de “acompañar a los colegios católicos frágiles” y buscar alternativas para llevarlos a ser sustentables económicamente.
Hace algunas semanas, el colegio St. George’s School anunció que cerraría sus puertas por las bajas inscripciones.
Juan Achard, director nacional adjunto de la Asociación Uruguaya de Educación Católica, señaló que la caída de los nacimientos y, por lo tanto, de los niños en edad de estudiar “necesariamente va a repercutir en algún cierre más de acá a fin de año”, declaró a El Observador. El primer pico de inscripciones –que empieza en agosto y termina en octubre– demostró que la caída de la matrícula en los colegios privados es del 3%.
Además, este problema parece no tener una rápida solución. Uruguay es un país en el que nacen pocos niños. De hecho, la cantidad de hijos que tiene una mujer en promedio cayó de 1,9 a menos de 1,2 en seis años. El país está entre el 5% de los países con más baja población de niños.
“Lo que cabe esperar es que siga cayendo la matrícula escolar y (haya) un reordenamiento en los colegios privados en que los centros medianos y grandes van a tender a concentrar esa matrícula”, analizó Federico Rodríguez, el ex director de Estudios del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, en un seminario organizado por la Asociación de Colegios Católicos.
El año pasado también se registraron varios cierres de instituciones. Y, según datos informados por el medio uruguayo, siete de cada 10 colegios perdieron alumnos en el último quinquenio y uno de cada 10 perdió más de la mitad de la matrícula en ese período.
Los colegios de pequeña escala son los que más sufren este impacto. Y a esta tendencia se le suma otro fenómeno: el crecimiento de la población en los barrios privados de Canelones y la suba en Montevideo.
Los colegios, además, aumentaron en el último trimestre su presencia en redes sociales con avisos pagos en los que intentan seducir a padres para que envíen a sus hijos a esas instituciones.